Una maestra de yoga que impartía esta disciplina en el gimnasio de Facebook fue despedida por pedir a un empleado que no entrara a la red social durante la clase, al menos eso es lo que ella dice en su blog.
Alice Van Ness daba una clase semanal en Facebook’s Menlo Park, en California, cuando se dio cuenta de que uno de sus alumnos seguía aferrado a su teléfono. Tras unos minutos, pidió que todos apagaran sus dispositivos y el trabajador obedeció y puso su equipo al lado de la colchoneta.
La clase continuó, pero durante una postura, Van Ness vio que el empleado no había podido resistirse a seguir presionando la pantalla de su teléfono. Entonces, ella lo observó fijamente para hacerle saber su molestia, a lo que el empleado respondió saliéndose de la clase.
Más tarde, la instructora supo que se había ido a quejar a la dirección, lo que le ocasionó el despido de la compañía que le asignó impartir su clase en Facebook.
En el post, Van Ness cuenta que al entrar a trabajar le habían dicho que aceptara todo lo que ocurriera dentro del salón, incluyendo que alguien revisara su teléfono. Obviamente, en la compañía no hay nada más importante que actualizar el estado de Facebook.
Entendemos que si eres un empleado de Facebook, la red social es tu prioridad, pero, ¿no podía apagar su teléfono durante una hora? Es decir, si te inscribes en una clase de yoga, es probable que tus manos estén ocupadas haciendo posturas, si no, ¿cuál es el objetivo de que la compañía ofrezca estas actividades a sus empleados?
Referencia: Business Insider