Facebook es la red social más importante del mundo. Con unos 800 millones de usuarios no parece fácil que pierda el liderato y no cabe duda de que cada día esta red es más influyente en las actividades cotidianas. Incluso el gigante de las búsquedas, Google, no ha podido hacerle sombra con Google+, una red social que se esperaba compitiera con Facebook, y hasta se habló de cómo ganaba terreno.
También hay quienes han decidido incursionar en las redes sociales para nichos específicos. Sin embargo, no parecen poder atrapar a la gente y tarde o temprano mueren de inanición digital. Nadie entra, no hay comentarios y esos sitios webs quedan como ciudades desiertas, hasta que los creadores deciden cerrarlas.
Con todo este escenario, no falta quien haya incursionado en las redes sociales para programadores, donde se pueden encontrar discusiones sobre la codificación, que están lejos de ser sencillas. Así, en 1996, nació Experts-Exchange, creada por un profesor que buscaba la alternativa a los foros para encontrar soluciones útiles a problemas de tecnología. El problema es que los foros están llenos de conversaciones que francamente a nadie importan, mientras que Experts-Exchange buscó ser una alternativa para la solución de problemas de programación en cuanta área y lenguaje existiera.
En el boom de los punto com, una firma invirtió en Experts-Exchange y a la companía parecía irle bien hasta que se desinfló la burbuja .com, la empresa se declaró en bancarrota, a pesar de que ya para 2001 tenía toda una comunidad presente en el sitio. En una subasta, Randy Redberg y Austin Miller compraron la empresa y empezaron de nuevo.
Fue un reinicio humilde, pues los servidores de Experts-Exchange estaban en la parte trasera de sus oficinas caseras, en el jardín, con un cable que los conectaba a la corriente. Una tarde el sitio se apagó; el padre de Randy había desconectado el cable para usar una sierra.
Esto les demostró que no era buena idea poner los servidores en estas circunstancias, por lo que, ante la falta de dinero para invertir, el equipo de administración de Experts-Exchange decidió crear servicios ‘premium’ con el corte del acceso irrestricto gratuito (aunque los expertos que contribuyen siguen sin pagar). Sin dud, no fue una decisión popular, pero resultó exitosa y consiguieron los fondos para las mejoras, incluyendo el acceso a servidores profesionales.
Hoy Experts-Exchange tiene unos 50 mil miembros activos y yo lo uso con relativa frecuencia. El sistema exige cada vez más seguido que los que acceden al mismo contesten algunas de las preguntas de los que ahí coinciden, para evitar así tener que pagar por el acceso. Esto, desde luego, no me convence, porque se extraña cuando había una comunidad que estaba dispuesta a dar y recibir ayuda sin pagar un centavo.
En el mecanismo implementado, los que preguntan ‘apuestan’ hasta 500 puntos, de acuerdo a la complejidad de la pregunta. Una interrogante sencilla vale entre 100 y 150 puntos. Una pregunta complicada puede costar 500 puntos o más. Cada día el sistema da 10 puntos a cada usuario, hasta llegar a 500, no más. Para incrementarlos, se deben comprar.
Esos puntos apostados se le dan a quien —de acuerdo con quien preguntó— dio la mejor respuesta, los cuales en un momento se convierten en premios en metálico, 50, 100, 250 y 500 dólares por mes. Hay unos expertos que tienen todos los puntos del mundo y no hay quien les gane. Se las saben de todas todas. Para hacerse de estos estímulos hay que contestar unas diez preguntas al mes, de relativa complejidad.
La realidad es que no conozco otro sitio como Experts-Exchange (aunque los hay y no dejan de ser interesantes, como Programmers Stack Exchange o Programmers Heaven). Aunque no me gusta pagar por este servicio, me es claro que tiene una gran calidad en sus respuestas, aunque a veces no pueden responder todo satisfactoriamente. Quien programe computadoras debe considerar estar en este sitio, porque en ocasiones resulta que alguien puede tiene respuestas a problemas que nos llevaría muchos días resolver.
Fuente: Experts-Exchange.