Las redes sociales como Facebook son una parte ya integral de este maravilloso mundo que nos ha traído Internet. La posibilidad de contactarnos con seres queridos, familiares y amigos, además de poder hacer nuevas amistades y conocidos, ha hecho que se popularice y la gente en muchísimas conversaciones habla de lo que publicó «en el face», por ejemplo. Y esto lo escuchamos en reuniones sociales, comidas, en pláticas entre amigos e incluso por teléfono. Vamos, que las redes sociales se han integrado a nuestra cotidianidad, sin lugar a dudas.
Pero con esto llegaron algunos efectos indeseables que empezamos a ver no hace tanto tiempo. Por ejemplo, las «fake news», las cuales estuvieron muy de moda con este asunto de las elecciones en nuestro país. En estos últimos meses se dijeron mentiras a diestra y siniestra y para intentar minimizar el efecto de esto, apareció «verificadomx», un conjunto de periodistas de muchos medios que se dieron a la tarea de informar si lo que se decía era cierto o no.
Las «fake news» tuvieron su paraíso mediático en las redes sociales y probablemente esto polarizó maneras de pensar y de ver a los candidatos. Pero esto también se observa en otros ámbitos. Ahora que por ejemplo, está la Copa Mundial de Fútbol 2018, se escribe en las redes sociales que «Memo Ochoa», el portero de la Selección Tricolor, es probablemente el mejor portero de la competencia. Y entonces la gente se hace eco de esto y quiere aplaudir a un portero que rescató a su equipo de probables golizas, pero eso no lo hace necesariamente el mejor. En esta Copa Mundial, Ochoa recibió 3 goles por parte de Suecia, 2 por parte de Brasil y 1 por parte de Corea. Un total de 6 goles en cuatro partidos. ¿Entonces? ¿Dónde está el gran portero mexicano? Y puedo ir más lejos. Ochoa fue el portero más goleado en alguna temporada pasada en Europa.
Y ojo, no quiero menospreciar los esfuerzos de «Francois», como le dicen los comentaristas de TV Azteca, pero sí ponerlo en su justa perspectiva. El asunto es que eso no importa, porque ya los medios, las redes sociales, la televisión, los comentaristas, todos, ya quieren declarar a Ochoa casi un héroe nacional. Vamos, hasta Jorge Campos decía (un poco en broma), que deberían quitar el Angel y poner una estatua del mencionado futbolista.
Y es que somos manipulados constantemente por opiniones de terceros. Nos manejan con la mano en la cintura. Nos hacemos eco de posturas incluso absurdas y las redes sociales hoy en día contribuyen de manera notable.
Cabe sin embargo decir que esto no es privativo de esta época. Ya Hítler se las ingenió en su momento para hacer ver a los judíos indeseables y logró que el pueblo alemán lo creyera. Puedo apostar que personas buenas no sentían ningún remordimiento sobre el trato a los judíos en la Segunda Guerra Mundial porque habían sido adoctrinados, los habían manipulado y nadie pensaba que estaba nada mal. Y podríamos poner otros ejemplos, como el de la esclavitud, que en algún momento de los Estados Unidos se pensó que era lo normal y correcto o peor aún, el racismo porque hay quien tiene la piel oscura y otro la tiene clara.
Yo puedo entender que todo esto es difícil de digerir y que nadie está a salvo de la manipulación. Quizás una llamada de atención pueda ayudarnos a creer menos de lo que leemos en las redes sociales e incluso en los medios electrónicos tradicionales. A mí me queda claro que hay que ser muy críticos y aunque es difícil, pero hay que intentarlo.