Los pasajeros de un avión de Alaska Airlines que aterrizó en el aeropuerto de Seattle proveniente de Nueva Orleans fueron evacuados después de que uno de los teléfonos de los pasajeros se incendiara.
Aunque el equipo quedó irreconocible por las llamas, un portavoz del aeropuerto de Seattle mencionó a The Verge que se trataba de un Samsung Galaxy A21.
“Durante una entrevista con uno de nuestros oficiales de policía del aeropuerto de Seattle, el dueño del equipo dijo voluntariamente que su teléfono era un Samsung Galaxy A21. Nosotros no pudimos confirmarlo mirando los restos del dispositivo”, reveló el portavoz.
Unocero contactó a Samsung para conocer más detalles al respecto.
Aunque no se reportan heridos de gravedad, dos pasajeros fueron trasladados a un hospital cercano debido al humo que generó la explosión dentro de la cabina.
No es la primera vez que ocurre un accidente de este tipo
La situación hace imposible no recordar lo que sucedió en 2016 con el Galaxy Note 7, equipo que debido a problemas de fabricación de la batería generó varias explosiones en distintos países del mundo; de hecho, una de estas explosiones también ocurrió en un avión.
Ante la situación, la FAA prohibió a los pasajeros abordar cualquier vuelo con un Galaxy Note 7. Al final, Samsung retiró todas las unidades del mercado para evitar cualquier tipo de accidente.
Hasta el momento todo parece indicar que este accidente es un caso aislado, pues no hay reportes en otras partes del mundo de que los Galaxy A21 tengan problemas con la batería. De hecho, muchas de las explosiones ocurridas en un teléfono se dan por el deterioro ocasionado por el uso de cargadores no recomendados, o, daños físicos ocasionados por los usuarios.