Rusia y China están creando armas altamente autónomas, más comúnmente conocidas como robots asesinos, lo que ha puesto una gran presión al Pentágono para mantenerse al día, de acuerdo con el subsecretario de defensa, Robert Work, quien dijo durante un foro de seguridad nacional que ambos países están invirtiendo en una armada robotizada capaz de realizar operaciones militares.
Debido a ello, Work también declaró que es importante para Estados Unidos el poder dominar y aprender de dichas tecnologías con el fin de compensar las amenazas planteadas por Rusia y China. Por ello, quiere que el Congreso de su país destine entre 12,000 y 15,000 millones de dólares a la creación de armamento autónomo, como exoesqueletos, drones y aviones, y tecnología de aprendizaje profundo; será hasta finales de mes cuando se determine la cantidad de recursos destinados a este propósito.
La preocupación por la creación de robots asesinos es cada vez mayor debido a los avances hechos en el campo de la inteligencia artificial. Más de un millar de investigadores firmaron una carta abierta pidiendo la prohibición de las armas autónomas este verano, incluyendo grandes nombres como el director general de Tesla, Elon Musk, y el científico Stephen Hawking.
En el caso de Musk, es importante resaltar que aunque recientemente anunció la creación de una compañía sin fines de lucro llamada OpenAI, dedicada a los avances de la inteligencia artificial, ésta está enfocada en ver cómo dicha tecnología puede beneficiar a los seres humanos, que es el camino que debe de seguir y no el militar.
Para cumplir con dicho objetivo, sus creadores buscarán que exista una colaboración libre entre varias instituciones abocadas a la materia, promoviendo la publicación de sus trabajos de investigación y con los posibles avances o descubrimientos sobre inteligencia artificial protegidos por patentes siendo liberados y compartidos con el resto del mundo.
Referencia: TechInsider