El futuro mostrado en las películas cada vez luce más cercano, y no es nada prometedor. Una compañía establecida en Sudáfrica creó un drone que, además de volar y desplazarse en diferentes direcciones, tiene la capacidad de disparar balas de pintura, todo con la finalidad de controlar revueltas.
Skunk Riot Control Copter es un dispositivo que puede sobrevolar la zona del caos que se suele crear en las protestas a gran escala. Tiene diferentes cámaras y cuatro cilindros que pueden disparar misiles de pintura, u, opcionalmente algún otro proyectil, como un paquete de gas pimienta, por ejemplo.
El sistema debe ser controlado por dos personas, uno que opere el vuelo del dron y otro que dispare a los manifestantes. Desde luego, los misiles no son letales y tienen la finalidad de reducir los enfrentamientos entre protestantes y la fuerza pública de control.
Pensando que los manifestantes no derribarán este dron de alguna forma – lo que no puede resultar demasiado difícil – la inversión que se tendría que hacer en cada uno de estos robots, que es de casi 50 mil dólares, habría valido la pena siempre y cuando se le dé un uso prudente.
Defence Web, la compañía detrás de este dron, espera que el despliegue del sistema en Sudáfrica tenga efectividad y sirva como antecedente para expandir la disponibilidad del mismo a otras regiones, algo que seguramente causará debate en caso de que así suceda.
Referencia: Defence Web