En otro caso de «historias que no se pueden creer, pero que son muy reales», el alcalde del municipio de Pajárito en la región de Boyacá, Colombia, impuso un toque de queda a sus pobladores como una medida para evitar un ataque de espíritus malvados que, asegura, son invocados vía WhatsApp.
La noticia ya es internacional y según múltiples reportes, el toque de queda inició oficialmente el miércoles 22 de noviembre y fue parte de una respuesta oficial cuando la semana pasada un grupo de jóvenes menores de edad entre los 12 y los 17 años presentaron convulsiones, cambios de tono de la voz, agresividad, laceraciones, desmayos y hasta intentos de suicidio con amenazas de tirarse de un puente.
«Tomé esa decisión con base en los casos de alerta roja que se estaban presentando. Unos niños dijeron que se iban a suicidar, hablaban incoherencias: que ‘porque ya les había llegado la hora’, se iban a tirar de un puente», dijo el mandatario a la agencia de noticias francesa AFP.
Pérez aseguró que con esta determinación busca que los padres de familia «se apoderen» de sus hijos y eviten más actos como los ocurridos en los últimos días en este pueblo católico de unos 2.000 habitantes, dedicado a la ganadería y la caficultura.
Además, sostuvo que el toque de queda fue una decisión consultada con la Policía, asistentes jurídicos de la alcaldía y psicólogos, tras contrastar las versiones de los jóvenes supuestamente poseídos.
La restricción se mantendrá vigente hasta que se controle la situación, apuntó el mandatario. En caso de que un menor sea encontrado fuera de su casa, sus padres podrían ser multados.