Sería casi imposible evitar que la tecnología que se ofrece de manera comercial llegue a cualquier rincón del mundo, por cualquier medio y para cualquier finalidad. En el caso del tráfico de droga, las organizaciones involucradas parecen estar buscando nuevas formas de trasladar su producto, y una de ellas es emplear drones.
Los drones son dispositivos teledirigidos que pueden medir alrededor de un metro de largo o un poco menos – dependiendo de su capacidad de carga y uso que se le dará – y pueden ser usados para transportar objetos. Incluso empresas como Amazon estudian la posibilidad de realizar entregas exprés de paquetes por este medio.
En el caso de México, la noche del martes 20 de enero se encontró un dron desplomado en el estacionamiento de un centro comercial en la Zona del Río en Tijuana, muy cerca de la frontera con Estados Unidos. Al dispositivo se habían adherido con cinta adhesiva varias cajas que contenían aproximadamente 3 Kg de droga sintética o “cristal”.
El hecho fue reportado a la policía local, misma que informó sobre el hecho en su página en línea. “El aparato traía una leyenda que dice ‘Spreading Wings 900’ o ‘Vientos esparcidos’ color plateado con negro, con 6 hélices y batería de litio en color verde”, se lee en la publicación de la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana.
La Secretaría no dio más información sobre la posible procedencia de este dron, no obstante, afirma que “la delincuencia utiliza la tecnología para lograr sus objetivos ilícitos, la Secretaria de Seguridad Pública Municipal cuenta con diversos reportes de hechos con circunstancias similares… los delincuentes buscan innovar para poder lograr sus objetivos”.
Según la página de DJI, el modelo Spreading Wings S900 tiene un peso de 3.3 Kg y puede llegar a cargar hasta 8.2 Kg incluyendo el propio peso del dron, lo cual deja alrededor de 5 Kg para llevar carga extra. Si bien se cree que el exceso de peso pudo ser la razón por la que se desplomó el dron en Tijuana, los parámetros descritos previamente dictarían lo contrario.
¿La delincuencia usa drones “hechos en casa”?
De acuerdo con el modelo proporcionado por la SSP de Tijuana, el dron es un modelo vendido por la compañía DJI de origen chino que vende este tipo de dispositivos en diversas regiones del mundo, sin embargo, los clientes pueden adquirir un dron finalizado o comprar piezas para crear sus propios vehículos no tripulados como se puede ver en este enlace.
Así es como luce el dron modelo Spreading Wings S900 en la página de DJI.
Los reportes de “narco drones” en México han ido en aumento desde el año pasado. En una publicación de mayo de 2014, Robotics Business Review indicó “[construir un dron] es mucho más fácil y menos costoso que utilizar un submarino para droga. Se puede construir y operar una docena de drones por el precio de un submarino… las líneas de ensamblaje de drones para droga están localizadas en el distrito de Santa Fe en la Ciudad de México y cerca de la fábrica de Bombardier en Querétaro donde los trabajadores de fábricas de aeronaves pueden permanecer de noche y aumentar al doble sus ingresos”.
De esta manera, una tendencia creciente en el mundo que parece haber llegado para quedarse está siendo también una forma redituable, segura y efectiva para que el tráfico de droga se mantenga en progreso.
Referencia y fotos: SSP Tijuana