A finales de octubre, China declaró un embargo para exportar ‘tierras raras’ (en si son raros, por lo difícil que es separar estos minerales) hacia Estados Unidos. Cabe mencionar que China tiene más del 90% de la producción total del mundo, de estos metales. Un mes antes, en septiembre, fue aplicado el mismo embargo hacia Japón por problemas sobre una embarcación que se encontraba sobre aguas en disputas entre ambos países.
Ya China había anunciado que pretendía dejar en su mercado interno el uso de estos materiales y parece que ya lo esta cumpliendo. Fuera de China hay reservas que en conjunto llegan a un poco más del 64% del total en el mundo, pero son pocos los que han invertido en el desarrollo de minas para estos materiales, dado que se requiere tener una planta química de separación y que por lo menos les costaría 500 millones de dólares.
Material como el óxido de cerio que es utilizado para pulir discos (usados en discos duros) y paneles LCD y LED ha llegado a subir hasta un 1300% durante el año pasado.
El neodimio, utilizado en los magnetos para discos duros, turbinas de viento y carros eléctricos híbridos, ya se encuentra bajo en suplementos y su precio ha incrementado un 420%.
Así es que hasta que se decidan más compañías mineras, fuera de China, a invertir en la extracción y procesado de estos materiales, estos incrementos se Irán filtrando al consumidor final y aun con la creación de nuevas minas, se tardará en llegar a arrebatarle a China ese 90% de producción que posee actualmente, sin mencionar que también por ahora las tierras raras que produce China son las más puras.