La masa del neutrino tiene importantes consecuencias en el modelo estándar de física de partículas, ya que implicaría la posibilidad de transformaciones entre los tres tipos de neutrinos existentes en un fenómeno conocido como oscilación de neutrinos. En todo caso, los neutrinos no se ven afectados por las fuerzas electromagnética o nuclear fuerte, pero sí por la fuerza nuclear débil y la gravitatoria.
El Nobel, que tiene un premio en metálico de unos 850 mil euros, ha reconocido el trabajo de estos dos físicos que han probado a través de experimentos que estas partículas -que casi no interactúan con la materia y que son las más abundantes después de los fotones- finalmente tienen masa. El trabajo de los dos científicos se ha logrado gracias a dos gigantescas instalaciones construidas bajo tierra, el detector Super-Kamiokande de Japón, y el Sudbury Neutrino Observatory (SNO) de Canadá. Ya en 1998 Takaaki Kajita mostró que los neutrinos parecían sufrir una metamorfosis cuando eran detectados en el Super-Kamiokande, situado en Kamioka. Más adelante, el equipo de Arthur B. McDonald, en Canadá, demostró que los neutrinos que proceden del Sol no desaparecen durante su viaje a la Tierra. Fueron capturaron cuando llegaron al Observatorio de Neutrinos Subdury, aunque vieron que habían sufrido una metamorfosis.
En resumen, los japonenes detectaron una anomalía y los canadienses la explicaron. De acuerdo con Michel Sorel, investigador del Instituto de Física Corpuscular (IFIC), de la Universidad de Valencia y del CSIC. «Su trabajo fue la prueba irrefutable de que los neutrinos tienen masa», señala y agrega: «Es un Nobel ‘hipermerecido’, pues sus hallazgos se encuentran entre los más importantes que ha habido en la física fundamental. Se esperaba desde hace años», concluye Michel Sorel, especializado en el estudio de los neutrinos.
Takaaki Kajita (1959, Higashimatsuyama, Japón). Se doctoró en 1986 en la Universidad de Tokio. Es director del Instituto para la Investigación de la Radiación Cósmica y profesor de la Universidad de Tokio. Arthur B. McDonald (1943, Sydney, Canadá). Se doctoró en 1969 en el Instituto de Tecnología de California, en Pasadena, EEUU. Actualmente es profesor emérito en la Universidad de Queen, en Kingston, Canadá.
Referencias: