El modelo 1972 del Volswagen fue el actor principal en esta transformación, ya que los estudiantes de Ingeniería Mecánica de la ESIME, Unidad Culhuacán, utilizaron la plataforma, flechas, transmisión y suspensión del conocido «vocho», para crear un auto eléctrico.
Arlin Acosta Larios, Emilio De la Torre Soto, Ivette Luviano Piedra, Daniel Ordaz Estrella y Kelmi Torres Domínguez, son los autores de este proyecto, quienes lograron reducir los costos de la construcción utilizando estos cuatro componentes del Volkswagen.
Emilio De la Torre recalcó que el prototipo es sencillo, útil y viable; y que además si se le agregaba el hecho de que no consume gasolina, lo convierte en un producto sumamente atractivo para el cliente, el automóvil cuenta con un banco de baterías para cumplir un circuito de 48 voltios, el sistema se conforma de seis baterías de 8 voltios, ácido de plomo de ciclo profundo, lo cual da como resultado un desgaste lento a comparación con las baterías de uso regular.
Por su parte Kelmi Torres Domínguez declaró que: «Otra ventaja que ofrece este carro eléctrico es que, a diferencia de los que venden en México, no requiere de ninguna instalación especial en casa para su recarga», el estudiante se refiere a que los automóviles eléctricos no están diseñados para México, utilizan sistemas de recarga de 220 volts y además se requiere una inversión aproximada de 50 mil pesos para adaptar un banco eléctrico.
«El carro creado en el IPN puede conectarse a un contacto multifuncional común y corriente de 120 volts, su recarga completa se hace en un tiempo aproximado de ocho horas para poder recorrer una distancia de 45 kilómetros a una velocidad máxima de 70 kilómetros por hora», explicó el estudiante Torres Domínguez.
El objetivo de este automóvil no es competir con las grandes empresas de producción de automóviles, lo que los alumnos desean es que la tecnología esté al alcance de mexicanos interesados en la preservación del medio ambiente, aunque por el momento no tienen pensado fabricarlo en serie.
Los alumnos emplearon el chasis y plataforma del Volkswagen 75 debido a que sus patentes están vencidas y también a que es considerado un auto icónico en México, con lo que lograron adecuarlo con una tecnología especializada para convertirlo 100% en auto eléctrico.
«Como creadores de este auto tenemos claro que el impacto causado por desarrollar un vehículo con esta tecnología no pierde sentido en cuanto al diseño, confort y seguridad esperada en un transporte particular, pues provee al conductor de los servicios necesarios para considerarlo una herramienta útil para la cotidianidad en la ciudad», mencionó Ordaz Estrella; también comentó que el costo del automóvil oscila entre 120 mil y 140 mil pesos, lo cual lo hace el auto ideal para estudiantes, debido a que se ahorrarán el gasto de gasolina durante los años de uso.
Los estudiantes fueron asesorados por el ingeniero Victor Román Reyes González, quien declaró que aunque al inicio del proyecto se enfrentaron a muchas dificultades, gracias a los conocimientos y dedicación por parte de los jóvenes, habían tenido un resultado exitoso.
Fuente: El Universal