Por mucho tiempo se ha hablado de la privacidad en las redes sociales. Facebook, que cuenta con unos mil millones de usuarios activos, es uno de los sitios en donde -supuestamente- la gente tiene más desconfianza en cómo se usan sus datos, las fotografías que suben, las pláticas en las que discuten, etcétera. De hecho, cada cierto tiempo aparecen carteles falsos indicando que de acuerdo a quien sabe qué leyes de no sé qué país, Facebook está imposibilitado de usar la información de sus usuarios.
Desde luego que esos mensajes que se convierten en virales, porque mucha gente los pone en sus muros creyendo que con eso se protegen, son más falsos que una moneda de tres pesos. Facebook tiene todos los derechos del mundo, de usar tu información personal porque tú les diste ese permiso cuando te inscribiste y aceptaste sus políticas, que seguramente no leíste.
Ahora bien, ¿por qué hay tanto problemas con la privacidad en Facebook? ¿qué importa si la red social usa las fotos familiares que uno sube? ¿acaso contienen secretos que nadie debe conocer? ¿quizás son datos relevantes para el planeta? ¿por qué tanta gente se dice preocupada por estos asuntos de la privacidad? Esta es una percepción que me parece común, pero que lo más probable es que sea falsa. Hace unos meses Facebook hizo un cuestionario para ver cómo iba a modificar sus lineamientos sobre la privacidad de los datos de los usuarios. Curiosamente solamente unos 800,000 personas contestaron la encuesta. Es decir, menos del 1%. ¿Cómo es posible? ¿No que era un tema muy sensible para todos?
Pienso que en términos reales la gente no está tan preocupada por sus datos, por sus fotos, o porque todo esto lo use Facebook a su antojo. Lo que les molesta en realidad -y creo que es la solución de esta interrogante- es que a mucha gente no le gusta que la red social use y saque dinero compartiendo sus fotos o copiando opiniones que alguien vertió en Facebook, etcétera. Imaginemos que mañana Facebook dice que usará las fotos de los usuarios para crear un sitio como FlickR, por ejemplo. Y que cobrará centavos de dólar a quien quiera hacerse de alguna foto en particular, suponiendo que la red social pudiese proteger las fotos de los usuarios con una marca de agua. Más de uno pondría el grito en el cielo y hablaría del derecho a su privacidad, entre muchas cosas. Pero qué tal que en este escenario, Facebook dijera que pagaría un porcentaje por cada persona que decidiese pagar por alguna foto de su inmenso catálogo. Ah, entonces la cosa cambiaría. Probablemente la gente ya no discutiría demasiado el asunto de la privacidad, sino quizás si el porcentaje que ofrece la red social es justo o no.
Dicho en otras palabras, no es que la privacidad sea un problema, es que nadie quiere que usen su información otros para hacer dinero. Pero eso sí, quieren que Facebook sea gratis, que no ponga anuncios, que no use ninguna de mi información. Los usuarios asumen que se merecen todo sin pensar siquiera que en esta gigantesca red social, somos todos el producto. Eso es lo que somos para Facebook. O sea, todo yo, nada ellos. Explíquenme por qué.