Es difícil creer que ya pasó un año desde que el presidente de Nintendo, Satoru Iwata, falleció. Sin duda fue uno de los creadores de videojuegos más exitosos de la historia: fue un niño que jugó Pong, un joven que inició un estudio de desarrollo con sus amigos, y a sus 42 años, se convirtió en el director general de la compañía más querida de la industria.
Para algunas personas, los videojuegos son simplemente un gran negocio, medido en miles de millones de dólares que ganan en relación con Hollywood. Para otros, los videojuegos son arte, y para otros siguen siendo un pasatiempo. Iwata, quien falleció a la edad de 55 años, siempre vivió en el centro, donde todos esos puntos de vista conectan.
Llevaba un traje y dirigía un gigante corporativo, pero siempre se le veía alegre y sereno, dispuesto a hablar más sobre cómo hacer y jugar juegos en lugar de cómo venderlos. Para él, el enfoque del negocio parecía estar en un tercer lugar.
Él fue el sucesor de Hiroshi Yamauchi, quien fue presidente de Nintendo por 53 años y quien es recordado por ser un hombre de reputación imperiosa y por su interés limitado en jugar los juegos que su compañía había creado desde inicios de la década de los 80.
Yamauchi era el hombre de negocios mientras que Iwata era el creativo detrás de los títulos de la compañía y quien ayudó a que Balloon Fight, Earthbound y Kirby fueran una realidad, éste último gracias al estudio HAL Laboratory que él mismo coordinaba.
Sin embargo, su propio desarrollo de videojuegos cesó cuando tomó las riendas de la compañía en 2002, aunque trató siempre de trabajar cercano a los programadores, gracias a su conocido método llamado «Iwata Asks», en el que les preguntaba por qué y cómo hacían dichos títulos.
Iwata también fue el responsable de dar luz verde al Nintendo DS y al Nintendo Wii, ambas consolas que muchos creían estar destinadas al fracaso y que acabarían con la reputación de la compañía. Irónicamente, sucedió todo lo contrario, ya que han sido las dos plataformas más vendidas en la historia de la empresa japonesa.
Lamentablemente, su batalla contra el cáncer le impidió asistir a sus últimos E3 y sus problemas de salud se hicieron evidentes en las transmisiones de Nintendo Direct, en las que se le veía excesivamente delgado y demacrado. Eso sí, su carisma y alegría nunca se perdieron.
Actualmente, es Tatsumi Kimishima quien se está encargando de dirigir a Nintendo. Sin embargo, su trato y carisma poco se asemejan los de Iwata, ya que durante 27 años trabajó en el área de planeación corporativa para el Banco de Japón, y su carrera dentro de Nintendo empezó en el año 2000, cuando se convirtió en el director de operaciones de The Pokémon Company, el estudio detrás de la franquicia de los monstruos de bolsillo.
Kimishima después asumió el cargo de presidente de Pokémon USA y, finalmente, fue nombrado director general de Nintendo of América, puesto que después ocupó Reggie Fils-Aime. Sabemos que él está a la cabeza de Nintendo de forma temporal, pero ¿habrá alguien capaz de reemplazar a Iwata?
Probablemente no, por lo que Nintendo deberá tener mucho cuidado, especialmente ahora que tiene tantos proyectos en puerta. Recordemos que se encuentra desarrollando aplicaciones para móviles, construyendo su propio parque de diversiones junto con Universal Studios y licenciando sus franquicias para series y películas
Sea cual sea el destino de Nintendo, sin Satoru Iwata la compañía no sería lo que es actualmente.