De acuerdo a Nielsen, el 89% de nuestro tiempo en los medios digitales la pasamos usando apps. Y aunque las apps ocupan un buen porcentaje de nuestras vidas digitales, nos mantenemos indiferentes al hecho de que esta parte integral de nuestra experiencia en línea está actualmente controlada por dos empresas: Apple y Google. Las dos compañías deciden lo que hacemos en línea, donde usamos nuestro tiempo y quién es el que nos da los contenidos que vemos.
En su guía sobre las apps de Apple, la empresa dice: «rechazaremos una app que tenga un contenido o comportamiento que creamos sobrepase cierta línea»¿Qué línea? De acuerdo a la Suprema Corte de Justicia en los Estados Unidos es «lo sabrás cuando lo veamos» y de hecho, «lo sabrás cuando la crucemos». ¿Dónde está exactamente este límite, esta línea, y de cuáles comportamientos Apple está hablando? ¿Y dónde estará la línea en cinco años? Como si fuese la Corte Suprema, Apple controla nuestras vidas digitales.
Tanto la tienda de apps de Apple y Google controlan el flujo de información. Cada día que pasa, ellos definen los contenidos y cómo mandamos la información. Y aunque para muchos esto no tenga ninguna implicación por el momento, bien podría ser una amenaza real a nuestra libertad de expresión y a nuestra libertad para la creación.
Considérese el ejemplo de una compañía llamada Tawkon, la cual creó una app que le dice si su teléfono está emitiendo radiación alta de forma que el usuario pueda tomar las acciones correspondientes para protegerse. Apple rechazó esa app. Cuando los fundadores de Tawkon le preguntaron a Jobs las razones, él simplemente contestó: «No nos interesa». ¿Por qué Apple bloquearía algo que podría ser benéfico para el usuario? Tal vez a Jobs no le hacía feliz la posibilidad de que la gente dejara de usar su teléfono porque emitía mucha radiación. Esta app podría haber dañado en su momento la relación comercial de Apple con sus socios en las telefónicas.
Otra app bloqueada fue la que era una cartera de bitcoins, que por cierto, con las nuevas políticas las cosas han cambiado, pero muy tarde para la idea del Bitcoin. El usuario promedio prefiere usar ApplePay en Estados Unidos. Bloquear las apps que usan Bitcoins podrían haber afectado la estrategia de ApplePay, la cual le dio sin duda una ventaja competitiva injusta. El ecosistema de Apple sobrevivió y en éste estamos atrapados. Y en muchas otras ocasiones, Apple rechaza apps no basándose en actividad maliciosa, sino considerando simplemente la ganancia de capital.
Y hay que reconocer que las tiendas de apps mejoran constantemente, se actualizan contínuamente y son interminables, incluso divertidas en la enorme cantidad de programas que tienen. Uno puede pasarse la vida hallando nuevas apps y tanto Apple como Google hacen que el navegar por nuevas apps sea fácil y divertido. En el fondo es una estrategia para hacer que las poblaciones que usan sus teléfonos sean compradores habituales de las tiendas de apps. Después de todo, no importa qué necesites: ¡Hay una app para eso!. Lo que buscan es que los usuarios se enganchen con esta experiencia y al comprar le estén dando a la tienda el 30% de comisión.
Un 30% de comisión es una exageración en este negocio de las apps. Hay, desde luego, apps gratuitas. Aún así, el mercado de las apps de paga hace que Apple reciba una muy buena cantidad de comisión. Por ello, es claro que Apple y Google buscan hacer más grande este mercado. De hecho, para estas empresas la web es despreciable si se trata de hacer que el usuario utilice una plataforma.
Pero el mercado no tiene porqué detenerse aquí. Apple probablemente anuncie pronto Apple TV para desarrolladores. Probablemente mostrará en alguna presentación a programadores que hablaran de lo maravilloso y sorprendente que es portar los juegos exitosos del iPhone a la pantalla grande. Buscarán en esta eventual presentación convencer a los colegas de que esto es el siguiente grito de la moda digital y todos deberían ya estar trabajando en esto. De nuevo, Apple podría implementar una serie de pasos para controlar este mercado, usando un modelo similar al que han utilizado con el iPhone/iPad y la tienda de apps.
James Robinson escribió en marzo: «El 2013 fue el primer año en el que los estadounidenses gastaron más tiempo en línea y en dispositivos móviles que en sus computadoras y por ende, los dispositivos móviles se convirtieron en en punto primario de interacción, la experiencia digital que gradualmente se convirtió en sinónimo de estar dentro de una app. Es como el Internet pero reimaginando la experiencia a partir de una marca determinada, con una serie de estructuras de poder menos democráticas, como Apple, Google y Facebook, que controlan la información como la hacen Exxon, Chevron y BP con el petróleo».
Y si lo pensamos, este panorama no es el mejor que podemos considerar para ser libres digitalmente. Sin embargo, hay una solución simple y poderosa: una tienda de apps basada en la web podría ser la cura de muchos de los problemas mencionados. La razón de ello es que la web no tiene censura, cortapisas y no está finalmente controlada por nadie.
Referencias: