La sonda espacial de la NASA, Curiosity, asentada en Marte, ya ha olido el aire marciano y ahora su análisis en el planeta rojo (SAM por sus siglas en inglés), ha empezado, tomando la primera muestra del suelo. El laboratorio del tamaño de un horno de microondas, escarbó en terreno marciano el 9 de noviembre y tardó dos días en analizar dicha muestra. El instrumento recolector tomó la muestra en una zona llamada Rocknest (nido de rocas), del cráter Gale. El propósito de la muestra es estudiar la composición del suelo con un énfasis particular en buscar partículas orgánicas.

El laboratorio SAM del Curiosity es una combinación de tres instrumentos, los cuales fueron usados todos para analizar la muestra. Uno es un espectrómetro de masas cuadrupolar (QMS), que calienta las muestras del suelo y entonces estudia los gases que salen por efecto de la ionización y midiendo la razón de cambio entre su masa y el cambio en la misma. El segundo instrumento es el cromatógrafo de gases (GC), el cual es usado para detectar un amplio espectro de elementos gaseosos.

Finalmente tenemos el espectrómetro Laser (TSL), que está diseñado para detectar isótopos de oxígeno y carbón para determinar la cantidad de dióxido de carbono y metano que hay en una muestra. Esto es particularmente importante porque es parte fundamental de la misión del Curiosity (planeada para una estancia de dos años), la cual es localizar áreas donde la vida existió o que podría existir en el planeta rojo.

“Hemos recibido muy buenos datos de esta primera muestra sólida”, dijo el investigador principal de SAM, Paul Mahaffy, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard, en Greenbelt, Maryland. “Tenemos mucho que analizar, y estamos planeando obtener muestras adicionales para añadir más confianza a lo que estamos aprendiendo”.

El siguiente video muestra cómo trabaja SAM:

Referencias:

NASA