Una empresa mexicana, llamada iFone, ha dicho que desde 2009 se encuentra enfrascada en la guerra de patentes de Apple, pues la compañía le exigió en ese entonces ceder su nombre. Quien tuvo la razón en esa ocasión fue la mexicana, pues desde abril de 2003 la marca está registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), pero la cosa no terminó ahí y ahora empieza una batalla legal en la que la organización de Steve Jobs podría ser la perdedora.
iFone se dedica a ofrecer el desarrollo de software para call centers y han trabajado para empresas como Microsoft, Avaya y Maxcomm. Según los fundadores de esta organización mexicana, el nombre viene de la mezcla entre internet y teléfono en inglés, pues su giro es la telefonía por IP.
La demanda de Apple ante el IMPI llegó en 2009, un año después de que el iPhone llegara a México, pero no prosperó, pues se ratificó que el nombre se hubiera usado por los menos con tres años de antigüedad (lo que invalida la queja). Tiempo después la empresa de Steve Jobs solicitó de nuevo el registro de la marca ante una sala especializada en la materia de propiedad intelectual del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, que confirmó la resolución emitida por el IMPI.
La cosa no acaba aquí, pues según los abogados de iFone, dicha compañía podría demandar a Apple y pedir una indemnización, que en las leyes mexicanas se contempla de un 40% del importe las ventas de cada producto o servicio vendido. Además, intentarían bloquear la comercialización del iPhone en México, lo que también afectaría a los proveedores de telefonía que todos conocemos y, por supuesto, a los clientes de Apple.
Todos podemos estar de acuerdo en que la empresa mexicana demande y exija una gran suma de dinero por los daños causados (que seguramente es lo que quieren), pero no parece justo que quieran afectar la presencia de la marca en México. Los que sufrirían, incluyendo a Antonio Treviño, el director de iFone que, además, usa un iPhone para comunicarse, serían los clientes y fans.