Después de las declaraciones de Edward Snowden sobre las técnicas de espionaje y recopilación de la CIA y la NSA donde obtenían información de usuarios y gobiernos de todo el mundo, Estados Unidos “prohibió” seguir utilizando estas prácticas ilícitas por parte de cualquier agencia de inteligencia de los Estados Unidos, sin embargo, la situación parece no tener fin.
El FBI es uno de los organismos de seguridad más populares de todo el mundo, y es la principal rama de investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, sin embargo, esta institución cuenta con un sistema de reconocimiento facial desde el año 2010 al que han ido alimentando con información de los ciudadanos norteamericanos sin consentimiento y conocimiento del pueblo norteamericano.
Esta parece ser una práctica común en la mayoría (o todas) las agencias de inteligencia del mundo, el problema para el FBI es que su programa de reconocimiento facial tiene un margen de error bastante alto y parece que ha sido programado para perjudicar a la gente de color, dejando en claro que el racismo sigue siendo un problema lejos de erradicarse en los Estados Unidos.
Según información de The Guardian, cerca del 80% de los datos recolectados por el FBI para su programa no proviene de fuentes penales,es decir las huellas dactilares y fotografías de las personas una vez que son arrestadas, sino que han sido obtenidas de las bases de datos de las licencias de conducir de 18 estados de nuestro país vecino con los cuales el FBI hizo algún tipo de arreglo.
Aún con la cantidad de información con la que se nutre el programa, este tiene un margen de error del 15% para identificar coincidencias entre la muestra y la base de datos, pero casualmente afecta más a la gente negra que blanca, un “error” que se encuentra en los algoritmos del programa de reconocimiento facial.
El problema de que el programa tenga un margen de error tan alto es que se ha incriminado a gente inocente al grado que agentes federales han allanado sus casas o negocios para dar con los supuestos “criminales”, aunque hasta ahora no hay datos que revelen que gente inocente ha ingresado a los diferentes penales de los Estados Unidos por este motivo.
Según el congresista norteamericano, Elijah Cummings, menciona que el FBI decide ignorar que su tecnología tiene un impacto desproporcionado con los afroamericanos estadounidenses, y la imparcialidad y el perjuicio debe ser la bandera con la que ondea una agencia de inteligencia gubernamental en pleno siglo XXI.
Si esto no es suficiente, el FBI lleva poco más de 5 años sin dar declaraciones acerca de los avances del programa ni de la información que recolectan y el cómo la recolectan, algo que toda agencia gubernamental está obligada a hacer por ley, pero por más irónico que parezca, tampoco existe una ley que controle o limite este tipo de tecnología, por lo que el FBI no tiene un linde hasta el cual pueda llegar para obtener información de los ciudadanos norteamericanos.
Referencias: The Guardian, Engadget