Marte tiene dos satélites naturales, dos lunas: Phobos y Deimos. Ambos son de forma irregular, a diferencia de otros satélites naturales hallados en otros planetas, sin mencionar obviamente la Luna terrestre. Por esto mismo se cree que estos dos cuerpos celestes fueron capturados por la gravedad del planeta rojo. Curiosamente Johannes Képler, quien hallara las leyes que gobiernan el movimiento de los planetas en el sistema solar, señaló a principios del siglo 17 que Marte debía tener dos satélites. Sin embargo, esta conclusión no se basaba en ningún argumento científico, sino a una “armonía numérica”: la Tierra tiene una luna y Júpiter (en el momento de realizar Képler su afirmación, se creía que tenía únicamente las cuatro descubiertas por Galileo), por lo que a Marte, que estaba entre los dos planetas, le tocaban, proporcionalmente, dos.
Hoy la NASA anuncia que el futuro de Phobos será -eventualmente- deshacerse, separarse en muchas partes. Las razones de esto es que los científicos de la NASA han estudiado la superficie de Phobos y han hallado que el satélite ha sufrido una serie de fracturas, que originalmente se pensaba eran producto de choques con otros meteoritos, pero que ahora se concluye que en realidad son los efectos causados por la gravitación de Marte. Esto conlleva a fallas estructurales que eventualmente (entre 30 a 50 millones de años, aproximadamente), el pequeño satélite marciano se separará en muchas partes.
“Pensamos que Phobos ya ha empezado a fallar. Y uno de los primeros síntomas es la estructura que está presentando su superficie”, indicó el astrónomo de la NASA, Terry Hurford. Si Phobos se deshiciera, probablemente como consecuencia inmediata sería una serie de tormentas de polvo que azotarían el planeta rojo, otra razón para quizás desechar esta idea de llevar una misión tripulada a Marte. Digamos que todos los días se hallan más argumentos que parecen hacer insostenible la propuesta.
Referencias: