La popular aplicación de correo Gmail desarrollada por Google hace un par de años, poco a poco va creciendo en servicios y características. Si lo vemos de forma simple, sí, es un cliente de correo web, pero si nos metemos un poco en todas sus características, encontramos que cada día le añaden más y más opciones que en conjunto, pueden llegar a ser todo lo que un usuario necesita.
¿Por qué? El pretexto fue el correo, sin embargo, actualmente una simple cuenta de Gmail ofrece funciones que le permiten al usuario estar comunicado, escribir, editar y administrar documentos, vaya, hasta un nuevo cliente del popular servicio Twitter ya está listo para “tuitear” desde Gmail. Veamos a detalle los componentes:
1. Correo. Aunque a mí nunca me ha acomodado el asunto de no tener “carpetas” para organizar el correo, parece que a muchos sí les funcionan las etiquetas. Cuestión de gustos y de años en la red.
2. Filtros contra SPAM. Uno de los mejores en filtrar el correo basura que todos los días inunda nuestros buzones. Sencillo, fácil de usar y automático.
3. Documents. Un mini Office directo en pantalla, con la ventaja de poder colaborar con otros usuarios en un mismo documento y algunas características propias de una aplicación en la nube.
4. Calendario. Con todas las características que usamos, invitación automática a reuniones y citas y, tal vez lo mejor, se ofrecen varias formas de sincronizar con teléfonos celulares, asunto fundamental para que sea conveniente usarlo.
5. Contactos. Un completo manejo de nombres, domicilios, direcciones de correo y teléfonos. Sólo le falta poder sincronizar con los celulares, asunto que entiendo que ya viene.
6. Tareas. Hace apenas unos días se incorporó la función de listar las tareas pendientes, el famoso “to-do list” que para algunos usuarios resulta indispensable. Yo sigo apuntando los pendientes del día en un post-it.
7. Envío de mensajes SMS. Por lo pronto sólo funciona para teléfonos en los Estados Unidos, pero el poder “textear” a cualquier contacto justo desde la aplicación me parece algo interesante.
8. Chat y video chat. Aunque Gtalk no rompe récords de participación de mercado, el servicio funciona para lo que fue creado. Sólo requiere que alguien desarrolle un plugin para poder meter cuentas de los mensajeros de la competencia… sería un gancho al hígado.
Estos son algunos de los servicios del comúnmente llamado Gmail, pero, ¿cuál es el asunto si otros ofrecen lo mismo? El primer asunto es que ofrecen lo mismo, pero no igual. Existen iniciativas por ahí que tratan de igualar estos servicios o bien, no incluyen todas las características, además, cuestan. No está de más recordar que casi todo lo que ofrece Google no tiene costo para el usuario, a cambio de poder desplegar publicidad.
Ahora bien, ¿hacia dónde va Google? Sólo ellos lo saben, pero la mancuerna de su incipiente navegador Chrome y este caudal de servicios que funcionan de forma armónica y me atrevería a decir, casi sin errores, deben tener muy nerviosos a varios competidores. El hecho de estar en la nube implica que desde cualquier computadora y sistema operativo, el usuario tendrá acceso a exactamente lo mismo. No cambiará su experiencia de uso y, por esos motivos, la plataforma será un poco transparente.
Ahora, dejemos de pensar en computadoras. ¿Qué tal teléfonos? Ahí está Android, que por el momento no ha sido revolucionario, pero si dejamos volar la imaginación, la interfase podría funcionar en cualquier dispositivo conectado a la red… ¿recuerdan los refrigeradores con Internet que nunca sirvieron para mucho? Bueno, pues con estos servicios en la puerta del refri la cosa va cambiando. Se vuelve algo práctico tener ahí la información en el momento en que el usuario lo necesite. ¿Centros de entretenimiento? ¿Consolas de video juegos? ¿Relojes? ¿Tablero del coche? La imaginación es el límite y ya veremos hasta dónde llega la carrera.
Hoy el hecho es que Google ha construido muy bien su imperio digital al ofrecer servicios de calidad sin costo. Falta convencer a los millones de usuarios de Hotmail y Yahoo Mail de cambiar hacia ellos. ¿Cómo lo harán? Eso está por verse.