Puede pasar que por alguna razón perdamos nuestra cartera. Y el problema no es quizás que se pierdan unos cuantos pesos que pudiésemos llevar, sino pasar por toda la pesadilla de reportar las tarjetas de crédito y débito al banco, así como tener que ir a las oficinas correspondientes para volver a sacar todas las credenciales e identificaciones que se perdieron. Por ello, la idea de un grupo de diseñadores de Rotterdam es interesante: han creado una cartera inteligente que a través de la tecnología inalámbrica se puede saber donde está y hacer que su contenido sea 100% seguro.

La cartera inteligente se llama Ekster y opera en conexión con Bluetooth 4.0 de baja energía. Una app hecha a la medida llamada ProTag (para iOS y Android), permite que el usuario localice la cartera haciendo que ésta suene si se pierde. Similarmente a las funciones de Walli o SmartWallit, la app alerta si el usuario deja la cartera y se mueve a cierta distancia de ella, incluso si se sale de rango de la distancia de conexión. En este caso el usuario recibe una alerta indicando el tiempo que ha pasado y el lugar donde se perdió.

Obviamente esto da más chances de que alguien que ha perdido la cartera pueda recuperarla., Ekster tiene una red GPS de forma que cuando otro usuario de Protag está cerca de la cartera perdida, el usuario que la ha perdido recibe una actualización que le indica cómo contactar a esa persona. En el caso que lo que se pierda es el teléfono, el usuario puede apretar un botón en la cartera y lo hará sonar, incluso si el teléfono esta en modo silencioso.

Para mantener todo con la seguridad que corresponde, Ekster incluye una especie de minigabinete de aluminio en donde pueden guardarse las tarjetas y eliminar la posibilidad de que ladrones de datos, a través de ciertos dispositivos, puedan leer la información sensible de las tarjetas modernas que tengan RFID/NFC. Sin embargo, estas funciones al menos en nuestro país no están habilitadas aunque claro, podrían ser utilizadas si uno viaja al extranjero.

El rango de Ekster incluye dos opciones: la cartera y donde se guardan las tarjetas, para lo cual el monitorearlas es opcional. Los diseñadores se preocuparon porque la cartera no se convierta en un objeto abultado y para ello han creado un cargador muy delgado que permite darle energía a la batería del dispositivo que hace todas estas tareas con la cartera. Según la empresa dueña de esta idea, no se requiere hacer una carga más de una vez cada seis meses.

Ekster ha lanzado una campaña en Kickstarter para llevar su producto al mercado. La cartera que proponen es de piel café o negra y pueden llevarse hasta 12 tarjetas de negocios, monedas y llaves. Ofrece protección RFID para 5 tarjetas máximo y se pide una aportación de unos 89 dólares para llegar a unos 15 mil euros (poco menos de 20 mil dólares), meta que ya han rebasado.

La idea es simpática, pero me da la impresión que no es muy útil en países latinoamericanos, en donde la gente no está acostumbrada a respetar la propiedad ajena. Sé de muchos casos en donde por ejemplo, alguien ha olvidado su teléfono y nunca más lo recupera. Quizás es cuestión de simple educación.

Referencias:

KickStarter 
Gizmag