De acuerdo con Defense Tech, al momento hay tres prototipos que se están ensamblando y se planea que estén listos para junio, por lo que se podrían iniciar las fases de prueba necesarias con el cometido de que el proyecto esté listo y operando para agosto de 2018.
En la etapa previa donde se reportaron avances sobre el Tactical Assault Light Operator Suit, destacaron las características que se sumarían a las capacidades físicas del soldado. No sólo se volvería más veloz y podría cargar más peso, sino que también podría monitorear su propia salud y contar con un visor infrarrojo.
Desde luego, lo más atractivo de TALOS es que emplearía una “armadura líquida” desarrollada en el MIT que, al aplicar un campo magnético, se vuelve rígido y podría repeler los disparos del cuerpo.
Para apoyar al desarrollo del traje, se cuenta con la colaboración de 56 corporaciones, 13 universidades, 10 laboratorios nacionales y 16 agencias de gobierno, además de que se planea pedir el apoyo del pentágono para otorgar recompensas a quienes creen componentes adicionales para TALOS.
El concepto del “hombre de hierro” está lejos de llevarse a los niveles ficticios que se plantean en los cómics y películas, sin embargo, el proyecto actual tiene algunos planteamientos que suenan sumamente futuristas en sí mismos.
Referencia: Defense Tech