Sigue la buena racha del comercio electrónico en México, datos de la Asociación Mexicana de Venta Online, durante 2021 el e-commerce en el país tuvo un valor de 401 mil millones de pesos, cifra que representa un crecimiento del 27 por ciento en comparación al 2020, cuando el valor fue de 316 mil millones de pesos”.
Vale la pena recordar que durante 2020, el año en que la pandemia llegó a nuestras vidas para nunca irse, el e-commerce detonó un incremento del 81 por ciento respecto a 2019.
De tal modo que, México fue el país que más creció en el e-commerce junto con India, país que registró un alza del 27 por ciento en su valor.
Pierre Blaise, director general de la Asociación Mexicana de Venta Online, resaltó que el e-commerce representó en 2011, el 11.3 por ciento del total de ventas de menudeo, es decir, un 2 por ciento más que en 2020.
Si bien todavía estamos lejos de China, donde el e-commerce representa el 40 por ciento de las transacciones, México se está acercando a naciones como España y Canadá donde la adopción de este tipo de compras es del 13 por ciento.
Incursión al e-commerce.
Un punto clave para que el e-commerce presente estos números tiene que ver con la incursión de las PyMes, y es que la búsqueda por sobrevivir en el mercado orilló a múltiples negocios a incorporar a sus ventas este canal.
Hoy en día existen más de dos millones de pequeñas empresas a incorporarse a este ecosistema de venta digital, de las cuales 500 mil se dedican exclusivamente al comercio electrónico.
A su vez, desde el lado de los consumidores, la Asociación indicó que al e-commerce se incorporan los estratos sociales bajos, en especial en regiones como el sureste del país.
Esto significa la incorporación de potenciales nuevos clientes en un segmento que estaba dominado por los niveles socioeconómicos altos y medios.
Otro factor a destacar es que hubo un avance en la seguridad de los usuarios y sus métodos de pago, esto se traduce en que siete de cada diez compradores se sientan muy seguros al comprar en internet; sin embargo, el reto ahora es hacer que las entregas sean más veloces.
Mientras que, para 2022, el potencial de crecimiento en el e-commerce se mantendrá al tiempo que las tiendas recuperan la actividad presencial y, en ese sentido, la omnicanalidad jugará un rol más relevante.