Los fuegos artificiales son muy comunes en países como México, presentes en celebraciones prácticamente durante todo el año. Sin embargo, su uso impacta de manera negativa desde nuestra salud y a nuestras mascotas hasta al medio ambiente.

En ese sentido, como pudimos ver durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la tecnología ofrece una alternativa para mantener vivos y animados espectáculos y festejos que tradicionalmente utilizan pirotecnia: los drones. 

¿Por qué dejar los fuegos artificiales?

El uso de estos explosivos deja tras de sí algunos elementos dañinos para los seres vivos y el planeta, desde partículas de metales pesados y toxinas hasta humo y productos químicos —como dióxidos de azufre, óxidos de nitrógeno, dióxidos de carbono y óxidos de cloro— que permanecen en el aire, agua y suelo al terminar la función o celebración.

Pero sus inconvenientes no terminan ahí. También son causa de otro tipo de contaminación: la acústica. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite recomendado de sonido para el oído humano es de 65 decibeles; sin embargo, en el momento en que un artículo pirotécnico estalla, el ruido que genera puede alcanzar hasta los 190 decibeles.

Por otra parte, mascotas como perros y gatos sufren con el estruendo que estos explosivos generan. Asociaciones como Ecologistas en Acción apuntan a que el estruendo les provoca “pánico y angustia”, que se puede traducir en taquicardia, jadeos, dificultad para respirar, temblores y, en algunos casos, fallecimiento.

Por si fuera poco, organismos como el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) destacan que la pirotecnia implica riesgos para el humano de quemaduras y otros accidentes. Las lesiones más comunes por su uso en México incluyen miembros superiores (46%), ojos (30%) y cabeza o cuello (16%).

¿Por qué usar drones?

Países como China e India ya han hecho esfuerzos por limitar el número de fuegos artificiales durante celebraciones como el Año Nuevo Lunar y Diwali para minimizar estos efectos negativos. Incluso Sydney en Australia, famosa por su exhibición de pirotecnia en Año Nuevo busca eliminar estos explosivos con el objetivo principal de reducir el riesgo de incendios forestales.

La inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 demostró que los vehículos aéreos no tripulados tienen un gran potencial para sustituir la pirotecnia, pero este no es el primer ejemplo. Precisamente China y Australia ya los han utilizado en sus celebraciones de Año Nuevo, y el país asiático los ha implementado en eventos como los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeonghang 2018, de la mano de Intel. 

Intel lleva también algunos años impulsando su ‘enjambre’ de drones para espectáculos sin fuegos artificiales.

“Trabajamos para comprender la mecánica de dirigir un espectáculo, desde la logística y las animaciones hasta los protocolos de seguridad y las normativas del espacio aéreo”, explicó Anil Nanduri, Vicepresidente del Nuevo Grupo de Tecnología y Director General de los Sistemas de Aviación No Tripulados de la compañía, en un comunicado.

“En menos de un año, un grupo de nuestros talentosos ingenieros había diseñado específicamente nuevos hardware y software (el sistema Intel Shooting Star para espectáculos con drones), lo que nos llevó a batir varios récords mundiales”, agregó.

Su tecnología en torno a los espectáculos con drones ha llegado a Las Vegas para sincronizarse con las fuentes del hotel Bellagio, así como al Festival de Música y Artes de Coachella, por mencionar algunos escenarios.

Pero no solo una firma tan grande como Intel está trabajando en ello. Una empresa más pequeña que también está impulsando la sustitución de la pirotecnia con drones es Celestial, de Reino Unido, que asegura que este objetivo se logrará.

“Nos encantan los fuegos artificiales, pero hacen explotar cosas, son de un solo uso, hacen que las cosas se incendien y asustan a los animales”, dijo en una entrevista a Reuters, John Hopkins, cofundador de Celestial. “Lo que estamos tratando de hacer es crear algo, de manera creativa, más interesante y verde porque usamos fuentes de energía renovables y no asustamos a los animales”.

El reto en este sentido es el costo por el uso de vehículos aéreos no tripulados y todo el software que hay detrás de sus funciones, sin embargo, vale la pena tomar en cuenta los beneficios que ofrecen los drones en comparación con los daños que la pirotecnia implica. 

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