Con Google Glass, el doctor Steven Horng del Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston afirma haber controlado una situación de emergencia. Cuando un hombre con hemorragia cerebral llegó al centro médico, Horng necesitaba detener el sangrado, y su mejor oportunidad de hacerlo fue consultando el historial médico del paciente.
Esa consulta fue hecha a través de los lentes inteligentes del doctor, quien verificó qué medicamento necesitaba para este paciente que, además, era alérgico a ciertas sustancias, por lo que la información provista desde el sistema fue crucial para suministrar el remedio adecuado que no ocasionara más complicaciones.
Lo más importante es que esta anécdota ha sido un factor decisivo para que el hospital bostoniano decida proveer de Google Glass a más doctores para correr un programa piloto con este dispositivo. Por ejemplo, cada médico podrá escanear un código QR en la puerta de una habitación para obtener el expediente clínico del paciente que está al interior del cuarto.
Esa es solo una de las posibilidades, pues gracias a la empresa Wearable Intelligence, los lentes de Google serán modificados para correr un sistema de uso exclusivo para los médicos, con acceso a la base de datos de los pacientes y que sólo se podrán usar al interior del hospital mientras estén conectados a la red del edificio. Ninguno de los datos de las personas serían compartidos con Google.
Según los médicos que han experimentado este proceso, el uso de Glass no es fácil en términos de adaptación, pero sí ofrece muchas ventajas como el no tener que dejar al paciente para ir a conseguir un dato, mantener conversaciones cara a cara por más tiempo y, en general, hacer más eficiente la atención.
También hay otro obstáculo por superar: el de los pacientes, pues ellos podrían sentirse preocupados de que un dispositivo como Google Glass (que puede grabar video y tomar fotos) esté frente a sus rostros todo el tiempo e implique una posible invasión a su privacidad.
De cualquier forma el concepto es prometedor y parece estar listo para ser implementado en los lugares que así lo requieran dado que la infraestructura está disponible en diversos sitios o se puede implementar de manera relativamente simple.
Referencia e imagen: Boston Globe