Ya desde hace años, la humanidad ha temido por el impresionante avance de la Inteligencia Artificial y la tecnología, debido a que los robots podrían ser importantes elementos que suplirían las actividades humanas; desde un empleo relevante, hasta las tareas más básicas. Incluso Stephen Hawking ha alertado en varias ocasiones sobre la extinción de la sociedad si la evolución continúa así, por lo que ha propuesto un gobierno global que pueda regular el avance tecnológico para preservar la especie.
Sin embargo, una particular noticia ha generado revuelo en los medios de comunicación, ya que relata la historia de un robot que fue despedido por haber desempeñado un rol ineficiente en su lugar de trabajo. Quizá esto podría tranquilizar a la humanidad ante la incertidumbre de perder el empleo por tener como suplente a un robot.
Se trata de Fabio, un robot de origen escocés que se volvió muy popular en Reino Unido por participar en Six Robots & Us, una serie de la BBC que narraba día a día su proceso de reclutamiento, hasta lograr conseguir un trabajo en Margiotta, una lujosa tienda departamental de Edimburgo.
El trabajo de Fabio debía contestar a las preguntas de los clientes y orientarlos con gentileza. “¿Dónde puedo encontrar una cerveza?”, le preguntaban. Las respuestas del autómata eran poco útiles, incluso irónicas sin saberlo porque podía responder cosas como: “En la sección de bebidas alcohólicas”.
A pesar de que Fabio llamó la atención de los clientes que quedaban encantados con sus abrazos y saludos (hasta le decía a las mujeres: “Hola, hermosa”), con el paso de tiempo demostró que no estaba listo para cumplir con su objetivo principal, porque además de no desenvolverse laboralmente hablando, irritaba mucho a los clientes.
Otro aspecto a considerar es el hecho de que en la tienda había mucho ruido, lo que impedía que Fabio escuchara con claridad las preguntas de los clientes. Si siempre has detestado que la gente camine lento cuando tienes prisa, definitivamente habrías querido golpear a Fabio, ya que cuando caminaba para mostrar un producto a los clientes, lo hacía excesivamente lento y ellos tenían que seguirlo y ser pacientes.
Antes de tomar una decisión precipitada, Fabio fue trasladado a un mostrador de jamones para desempeñarse y lejos de lograr que los clientes compraran jamón, estos comenzaban a huir por sus comentarios insistentes y siniestros.
Al ver que ya no quedaba nada de remedio, el jefe le anunció a Fabio que ya no renovaría su contrato, a lo que el robot contestó: “¿Estás enojado conmigo?” y eso, provocó que su superior soltara en llanto.
Sin embargo, aunque Fabio fue incompetente, se ganó el corazón de todos sus compañeros de trabajo.
Esto sólo demuestra que la Inteligencia Artificial aún se encuentra pasos atrás y que debe ser perfeccionada para desenvolverse en aventuras de ese tipo.
¡Hasta pronto, Fabio!