Un planeta enano de la mitad del tamaño de Reino Unido se ha encontrado rondando en los confines más lejanos del sistema solar.
La gigantesca bola de roca y hielo se encuentra a 9 mil millones de kilómetros de distancia en una órbita que se balancea mucho más allá del reino de Neptuno, el más remoto de los planetas de nuestra vecindad cósmica.
Los astrónomos notaron por primera vez el nuevo mundo cuando apareció como un rayo de luz que se mueve lentamente a través de una secuencia de imágenes tomadas en septiembre de 2015, mediante un telescopio en Mauna Kea, Hawái.
En una nota oficial publicada este lunes, la Unión Astronómica Internacional (UAI) llamó al planeta como 2015 RR245 (nombre que será reemplazado cuando los astrónomos tengan uno mejor y más fácil de recordar).
Si bien han iniciado discusiones acerca de posibles nombres para el objeto, los investigadores aseguran que aún es muy pronto para compartirlos. Los científicos pueden proponer un nombre sólo cuando se ha observado la órbita del planeta enano desde hace varios años y su trayectoria está más definida. El nombre entonces será votado por un comité de la organización.
La UAI creó el término de planeta enano en 2006 para describir los cuerpos celestes que no son planetas como tal. Plutón se convirtió en el primer planeta enano ese año, cuando los miembros votaron para degradarlo de su estado planetario original.
Aunque cinco planetas enanos son reconocidos por la UAI (Ceres, Plutón, Haumea, Makemake y Eris) hay muchos cientos de cuerpos similares a 2015 RR245 en la periferia del sistema solar, más allá de la órbita de Neptuno. El planeta enano recién descubierto está en una órbita altamente elíptica de 700 años terrestres.
Basándose en la composición de otros planetas enanos, es probable que 2015 RR245 tenga un exótico paisaje cubierto de agua y nitrógeno congelado, y tal vez algo de monóxido de carbono combinado con algunos hidrocarburos.
Finalmente, es importante mencionar que los planetas enanos y otros cuerpos más allá de Neptuno se esconden en las regiones más frías del sistema solar. A diferencia de los planetas interiores que están más calentados por el sol, los planetas enanos son lo suficientemente distantes y están a -220 grados centígrados, lo que hace posible que preserven los ingredientes químicos que estaban presentes cuando fueron formados.