Científicos han encontrado una manera de hacer que el agua no haga burbujas al hervir. Este método incluye esferas de acero bañadas con nanopartículas que dispersan el calor haciendo que este líquido no ebulla de la manera en la que siempre lo ha hecho. Aún no se encuentran aplicaciones a este método además de impresionar a la gente y controlar un fenómeno que se ha dado desde el inicio de los tiempos.
Las esferas de acero de 2 cm envueltas en una finísima capa de nanopartículas crean un campo de vapor que distribuye el calor de manera más eficiente. Estas pequeñas piezas metálicas sustituyen al calor que se crea justo en el fondo del recipiente, mismo que hace que el agua burbujee frenéticamente. Esto ayuda a evitar que el líquido se mueva de manera violenta llegando a tirar el recipiente, poniendo en peligro al usuario. El resultado son aguas totalmente tranquilas y listas para la cocción de algún alimento.
Una prueba de que el agua se encuentra en estado de ebullición es que comienza a burbujear de manera frenética indicando que ha alcanzado los 100 grados centígrados. Para millones de personas alrededor del mundo, esta reacción ha sido una prueba irrefutable de que el té, el café y las pastas pueden ser agregadas para preparar una rica bebida o comida. Ahora, científicos han descubierto una manera de dispersar el calor por toda el agua para evitar que esta comience a burbujear, introduciéndonos oficialmente en una era donde nosotros podemos controlar todos los procesos químicos que considerábamos inmutables.
Ahora no habrá manera de ver si el agua que pusimos al fuego está hirviendo o no. Quizá en el futuro debamos tener siempre un cronómetro para checar si ya alcanzó el punto de ebullición. La aplicación de este método a la cocina podría traer graves consecuencias, debido a que, basicamente, tenemos tres esferas de metal mezcladas con nuestra comida, incrementando el peligro de ingerirlas accidentalmente. El uso más probable que se les podrá dar será en el ramo científico, donde los investigadores podrán ver de manera más clara la evolución de un compuesto a la hora de ser hervido, debido a la ausencia de burbujas que impidan este proceso.
Referencias: GeekoSystem y NewScientist