Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han desarrollando un parche adhesivo para tratar el cáncer. Éste es capaz de administrar una triple terapia, farmacológica, genética y fototerapia mediante nanoesferas y nanobarras que atacan directamente a los tumores.
En ratones, el dispositivo destruyó tumores colorrectales e impidió su rebrote después de la cirugía. Según algunas estimaciones, aproximadamente una de cada 20 personas desarrollará cáncer colorrectal durante su vida, lo que lo convierte en una de las formas más comunes de cáncer.
La primera línea de tratamiento más utilizada es la cirugía, pero esto puede suponer una eliminación incompleta del tumor. Pueden quedar células cancerosas, lo que potencialmente podría llevar a una reaparición y a un mayor riesgo de metástasis.
Además, las terapias convencionales utilizadas para evitar que los tumores vuelvan a salir después de la cirugía no diferencian lo bastante entre células sanas y cancerosas, lo que lleva a efectos secundarios graves.
Dicho parche está hecho de un hidrogel que contiene nanorods de oro, que se calientan cuando la radiación de infrarrojo cercano se aplica a la zona local para térmicamente destruir el tumor. También cuenta con nanobastones equipados con un fármaco de quimioterapia, que se libera cuando se calientan, para apuntar al tumor y sus células circundantes.
Por último las nanoesferas de oro, que no se calientan en respuesta a la radiación del infrarrojo cercano, se utilizan para entregar ARN, o la terapia génica para el sitio, con el fin de silenciar a un oncogén importante en el cáncer colorrectal. Los oncogenes son genes que hacen que las células sanas se transformen en células tumorales.
Los investigadores prevén que un médico podría extirpar el tumor, y luego aplicar el parche a la superficie interior del colon, para asegurarse de que no hay células susceptibles de causar la recurrencia del cáncer.
Sin duda, un significativo avance en la lucha contra el cáncer en la que una sinergia de este tipo traería consigo un beneficio sin precedentes, donde tres modalidades de tratamiento son capaces de concurrir de manera eficiente.
“Esta modalidad de administración permitiría, al menos en los pacientes con cáncer en etapa temprana, la prevención de la cirugía campo abierto y la resección de colon. La aplicación local de la triple terapia podría mejorar así la calidad de vida y el resultado terapéutico de los pacientes”, dijo Natalie Artzi, responsable de la investigación.