Uber es una empresa que comúnmente se encuentra inmiscuida en varios problemas legales relacionados con otros transportistas que proveen el servicio de taxi en los distintos países en los que opera, aunque ahora la compañía se enfrenta a otra pelea en la corte, solo que por una razón que jamás se habrían imaginado.
Un ciudadano francés demanda a Uber por la cantidad de 45 millones de euros para poder reparar los daños que la aplicación le causó al permitir que su mujer descubriera que le era infiel, situación que finalizó en el divorcio de la pareja.
La infidelidad fue descubierta después de que el demandante se dirigiera a un encuentro con su amante; el problema fue que solicitó su viaje desde el teléfono de su esposa, aunque él aclara que cerró su sesión y volvió a iniciar con la cuenta de su esposa.
El problema fue que Uber siguió mandando notificaciones sobre el viaje del esposo a la cuenta de la esposa, que se percató de que se dirigía a una dirección distinta a donde el esposo había mencionado que acudiría, por lo que al investigar se dió cuenta de que su esposo le era infiel.
El problema de las notificaciones ya se había reportado a Uber desde el año pasado, quienes identificaron que este problema solo afecta a usuarios con teléfonos iPhone siempre y cuando no hayan actualizado la aplicación desde antes del 15 de diciembre de 2016.
El demandante (cuyo nombre aún no se conoce) acusa a Uber de un error técnico en la aplicación y su abogado ha mencionado que la empresa debe hacerse responsable por los daños causados al matrimonio de su cliente.
Por otra parte, Uber se ha negado a dar comentarios al respecto debido a que no es correcto que la compañía haga públicas sus opiniones en un caso particular, sobre todo si hay un divorcio de por medio.
La primera audiencia está programada para el mes de marzo, por lo que Uber deberá preparar su defensa en la que seguramente argumentarán que el error se podía haber solucionado si el demandante hubiera actualizado la aplicación o no hubiera usado el teléfono de su esposa para pedir el taxi que lo llevara a ver a su amante.