Si el intento de Twitter de controlar a los terroristas en su plataforma ya era un desastre, ahora la situación se ha tornado cada vez más complicada, ya que una mujer de Florida, Tamara Fields, cuyo esposo fue asesinado en un ataque terrorista en la ciudad de Jordania, ha demandado a la red social, acusándola de apoyar el la difusión de ISIS y permitiendo a sus líderes reclutar y recaudar fondos en su plataforma.
Esta demanda asegura que el crecimiento explosivo de ISIS durante los últimos años para convertirse en uno de los grupos terroristas más temidos del planeta no hubiera sido posible sin Twitter.
Por otro lado, la demanda representa la más reciente situación nudosa para Twitter. Apenas el mes pasado, el gobierno de Turquía demandó a la compañía por 50,000 dólares por negarse a remover anuncios que consideraba como propaganda terrorista.
Al mismo tiempo, altos funcionarios de la inteligencia de Estados Unidos se reunieron recientemente con ejecutivos de empresas de Silicon Valley, incluyendo Twitter, para discutir cómo las empresas de tecnología pueden ayudar a detener la propagación de la actividad terrorista en línea.
Como compañía, Twitter prohíbe estrictamente el acceso a usuarios que promuevan el terrorismo, pero ese cambio llegó apenas sólo un año después de que la red social expandiera su definición de amenazas violentas. Pero posiblemente el mayor problema sea que, aun cuando la empresa se apresura para eliminar estas cuentas, nuevas siguen apareciendo todos los días.
En cuanto a la demanda, Fields no sólo busca que Twitter la compense por los daños ocasionados, ya que también instó a la corte para generar una orden en la que declare que Twitter violó la ley contra el terrorismo.
En caso de ganar la demanda, esto podría sentar un precedente, ya que Twitter no sólo rendiría cuentas a los gobiernos que buscan contener las actividades terroristas en línea, sino también a los responsables de las familias afectadas por esta actividad.
Referencia: The Wall Street Journal