Los memes que son amados por muchos y odiados por otros tantos hoy se han convertido en un objeto de demanda.
Aunque usted no lo crea existen varias personas y compañías que más que considerarlos como una imagen graciosa, lo ven como una ofensa que puede afectar su imagen y proyección hacia los demás.
Por esta razón es que los especialistas de Clarke, Modet & Co. México recomendaron que se dejen de hacer memes de personas si es que no quieren enfrentar una demanda.
Los expertos dieron a conocer que el usar imágenes de este tipo sin la previa autorización de la persona que sale en ellos ameritaría una demanda y por ende, todo un juicio.
Un triángulo peligroso: memes, publicidad y demandas
Antes de que comiences a borrar todas las carpetas de memes que guardas celosamente en tu celular o computadora debes saber que a ti no te pueden demandar (aún), a menos que seas una persona que trabaja para alguna marca reconocida y realices campañas publicitarias.
Según informan los conocedores del tema, el problema de los memes aplica solamente para aquellas compañías que los usan para burlarse de su competencia y publicitar sus productos o servicios.
Esto hará que las empresas comiencen a medir el nivel de sus publicaciones, ya que muchas de ellas podrían ser motivo de problemas legales respaldándose en la Ley Federal del Derecho de Autor.
Así que antes de realizarlas y sacarlas a la luz deberá pasar por el equipo legal para que no haya alguna repercusión.
Entonces si no soy publicista, no hay problema
Este pensamiento suena lógico, pero de acuerdo con la consultora legal de Clarke, Modet & Co. México, Jocelyn Flores estas muy equivocado pues aunque no haya fines lucrativos sí se toma como una infracción:
“Independientemente que sean con fines lucrativos o no, hay un trabajo intelectual detrás de estos, tanto de la propia imagen, como de los derechos de autor en la mayoría de los casos, pudiendo haber más derechos de Propiedad Intelectual involucrados”.
Entonces si se va a ser un meme, lo mejor y más recomendable será pedirle permiso a la persona de la que se mofará y llegar a un acuerdo.