La afición por la tecnología, así como ocurre con cualquier disciplina, profesión o arte, se trae desde edad temprana.
Por ello cuando pensamos en aquellas personas que se dedican a programar o “codear”, de inmediato asumimos que se adentraron en ella desde que eran niños. Sin embargo, la afición por esa vertical de la tecnología no necesariamente inicia entendiendo la programación en sí misma, sino como una inquietud tecnológica distinta.
DeKids es una startup que justo se dedica a ayudar a los niños a descubrir que su afición por la tecnología puede derivar en un interés por la programación.
Marco Velázquez, CEO de DeKids, dice que se trata de una experiencia para niños en la que aprenden a programar y comienzan a emprender a partir de sus sueños e ideas.
“Los niños aprenden código de programación profesional. Empiezan con HTML, CSS, JavaScript y detectan una problemática que les interesa resolver. Después crean una solución y un modelo de negocio para esta problemática y al final presentan su proyecto ante un jurado, de la misma manera en que un emprendedor lo hace ante un inversionista”, dice Velázquez antes de remarcar que el propósito es que los niños sumen habilidades para un futuro, teniendo como base cosas que a ellos les interesan.
De esta manera, el eje se vuelve extender una invitación a aprender a programar para lograr que un sueño se haga realidad.
Velázquez dice que la necesidad de crear DeKids surgió del convencimiento de que los niños cambiarán al mundo y de que los médicos le detectaron una condición con la que en algún momento dejará de caminar. Aprovechar el tiempo y darle a los pequeños los elementos que realmente utilizarán en su día a día; de ahí que la enseñanza vaya directo a código sin detenerse en programación por bloques.
Los talleres están diseñados para niños de nueve a 14 años. Ante la duda de por qué no se incluyen edades más bajas, la respuesta es que es importante saber leer, escribir y realizar operaciones matemáticas básicas.
Pero más allá de las edades, es importante que los padres aprendan a identificar las señales tempranas de que sus hijos tienen el potencial para la programación y el emprendimiento por el que vela DeKids.
“Es difícil que un niño esté cercano al código, o sea, el interés primigenio no va por ahí”, remarca Velazquez. “El primer indicio es el gusto por la tecnología y el segundo es que el niño constantemente esté generando ideas. Los dos son la antesala de que el código les va a gustar”.
Desde hace seis años que lleva existiendo, DeKids tiene un modelo presencial, pero derivado de la pandemia de COVID-19 recurrió a uno a distancia con el que se redujeron los grupos de 15 a cinco niños para no desatender la personalización. La intención es que después de agosto se retome el modelo de siempre.