Hasta hace unos años un video era una prueba contundente de una acción, es decir, no había forma de negar una acción que había sido grabada, sin embargo, eso ya no es posible en 2019, pues los videos falsos creados con inteligencia artificial se ven tan reales que nos hacen creer que lo que estamos viendo en realidad está sucediendo o sucedió.
La última víctima del deepfake ha sido Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, quien “admite” en un video publicado en Instagram el control que tiene su red social tenía sobre nosotros, donde conoce nuestra información y nuestros secretos, y que gracias a ese control de datos puede controlar nuestro futuro.
El discurso es terrorífico, porque al final nos da a entender el poder de la información, y si hay una empresa que tiene mucha información sobre nosotros, esa es Facebook.
Aunque no ha sido Mark Zuckerberg quien dijo estas palabras, no podemos negar que ese discurso no es alocado, disparatado o lejano a la realidad, pero debemos dejar claro que no fue Mark Zuckerberg, aunque nuestra mente crea que sí.
La inteligencia artificial distorsionando la realidad
Como lo mencionamos anteriormente, Mark Zuckerberg no ha sido la primera víctima, algunas actrices incluso han sido colocadas en videos porno con deepfake, incluso, Trump también ha sido utilizado para crear este tipo de videos.
En el caso del video anterior, la responsable ha sido la empresa israelí, Canny AI, quien colaboró con artistas como Daniel Howe y Bill Posters. El objetivo de la empresa y los artistas es terminar un proyecto llamado Spectre, el cual se exhibió en el festival de cine británico Sheffield Doc/Fest, y que parece ser una especie de Black Mirror pero con personajes reales.
Aunque el video sigue en Instagram, varias copias de otros usuarios que se subieron por si se eliminaba la original ya fueron borradas de la plataforma. Por su parte Facebook ni Mak Zuckerberg se han manifestado al respecto, pero debemos dejar claro que el video claramente dice que es una técnica deepkake, por lo que no trata de engañar a nadie.