Todos los días en mi correo recibo una cantidad no muy grande de spam. Evidentemente son los mismos de siempre. Me ofrecen medicamentos para todo tipo de enfermedades o padecimientos, me piden que abra alguno de los correos porque tienen información importantísima. Otros me dicen que debo ver el video que me envían porque es casi de vida o muerte. En ocasiones me avisan en mi correo que mi cita con el dentista ya está lista, lo cual me sorprende de la modernidad de quien atiende mis dientes, porque no usa el correo jamás para confirmar cita alguna, pero en fin.
Obviamente, cuando empieza una temporada, por ejemplo la navideña, entonces el spam es sobre juguetes, sobre cartas a Santa, sobre regalos que se me ofrecen gratis quién sabe a cuenta de qué artes. No faltan las veces que me he ganado millonarios premios en euros, pero que no he reclamado porque sospecho de una organización, que entrega tantos miles de miles de euros, no tenga siquiera un dominio y use cuenta de hotmail o gmail.
Ahora los spammers me atacan continuamente, para que llene una supuesta encuesta de Amazon y me lleve así unos 50 dólares (o 100), en un cupón que amablemente me ofrece el gigante de las ventas de los libros en línea. Claramente ni es Amazon el que promueve esa idea y no es cierto que hay una oferta de 5o o 100 dólares gratis para los que habitualmente consumimos libros de esta tienda virtual. Todo es un ridículo truco que se cae por evidente nomás de abrir la página.
Lo que me llama la atención en todos estos casos es la necedad y la consistencia y disciplina para mandarme diariamente, el mismo mensaje de una encuesta falsa. Eso sólo habla de que es un robot que manda miles y miles de correos por día a ver quién cae en el engaño. Pero el problema en el fondo no es el spam, sino el afán de engañar. Quienes han producido ese correo falso saben que están engañando, no es una cuestión de un error o de algo que se le salió de las manos, no. Buscan engañar a los internautas. Eventualmente buscarán sacarle dinero a la gente, -quiero creer- porque no logro entender a ciencia cierta qué buscan con estas falsas encuestas.
Lo mismo pasa con los que hacen phising. Es clarísimo el fraude. Quieren sacarle a la gente sus números de tarjetas de crédito para después hacer cargos con ellas. Es un robo, son delincuentes los que así actúan pero la autoridad en este sentido no hace nada. Eso sí, no intercambies un archivo mp3 que ya te acusarán de ser el más terrible de los piratas, pero si se trata de engañar abiertamente, parece que se vale. Y entonces hay que luchar contra iniciativas como SOPA y PIPA y los gobiernos buscan controlar todas las comunicaciones que pasan por los servidores de los proveedores de Internet porque todos somos potencialmente seres perversos que queremos violar los derechos de autor. Pero contra todos estos spams fraudulentos, contra todos estos esquemas de phising, no hay una sola propuesta, una sola iniciativa.
Me queda claro, el mundo está de cabeza.