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De la información que damos sin quererla dar

Desde hace ya muchos años hemos sabido que muchas empresas venden la información de sus clientes. No es de extrañarse pues que de pronto recibamos...

bigbrother000Desde hace ya muchos años hemos sabido que muchas empresas venden la información de sus clientes. No es de extrañarse pues que de pronto recibamos llamadas de un banco X, promocionando una nueva tarjeta o servicio porque seguro nos va a interesar. Claramente estos procedimientos empezaron a molestar a las personas y no hay día en que uno no reciba más de una llamada para ofrecernos algún servicio o producto. Y quien llama sabe nuestro nombre completo, la dirección donde vivimos y datos que no deberían saber, pero que claramente fueron entregados en esta venta de nuestra información privada y desde luego, sin nuestro permiso.

Hoy en día se supone que las compañías están obligadas a mantener la privacidad de los datos y hasta donde entiendo, es una obligación de todas las empresas que reciben datos de sus clientes. Vamos, es por ley. Sin embargo, debido al descontrol anterior, se han tenido que implementar mecanismos en donde uno por ejemplo, puede hablar a un teléfono para registrarse y así prohibir que nos hablen para ofrecernos nada de nada. Yo tomé una acción más simple, pues dudo de todos estos mecanismos: cambié el número de mi teléfono y listo.

Pero vayamos ahora a Internet y observemos algo que plantea más o menos lo mismo que ha estado pasando con la venta de información privada de los clientes. Por ejemplo, entro a una tienda virtual como Amazon y veo los libros que hay sobre física, o bien, entro a la página de microcontroladores Arduino y navego en las diferentes secciones para ver los productos que tienen y cómo pueden ayudarme a los proyectos que tengo en mente. Hasta ahí todo muy bien, pero entonces entro a Facebook y oh sorpresa, podemos encontrar que los anuncios que me pone la red social tienen que ver con las búsquedas o páginas que antes vi. ¿Cómo es posible esto? Sin duda las diferentes empresas se ligan unas con otras y probablemente Facebook tenga algún acuerdo para poder anunciar los productos y bienes que le pueden interesar a los usuarios de la red social, basándose en las búsquedas y páginas que visitan, incluso fuera del mismo Facebook.

Lo interesante de todo esto es que aquí no parece haber ninguna regulación al respecto y las empresas en internet parece que pueden comprar, vender o intercambiar este tipo de información sobre nuestras preferencias de forma tal que pueda ser usado como mejor les parezca a las compañías que realizan este tipo de prácticas. Por ejemplo, recordemos cuando salió el servicio de Google, Gmail. Un sistema de correo gratuito que hoy en día usa mucha gente. Google indicaba (al menos originalmente era así, no sé si hayan cambiado estas cláusulas), que ellos revisaban los correos de Gmail vía robots, para encontrar palabras claves en los mismos. Así, si yo escribía un correo que hablase de ajedrez, probablemente recibiría propagandas y ofertas sobre juegos de ajedrez, relojes especializados para la práctica de este juego, libros de ajedrez, etcétera.

Esto es, de alguna manera, como la antigua práctica -ahora ilegal- de vender la información privada de los clientes. En el caso de las redes sociales es claro que no tienen más datos de los que les hayamos dado, pero de alguna manera estamos dando cada vez más información simplemente con las búsquedas que hacemos, es decir, cada día hacen de cada uno de nosotros un perfil más claro de nuestras predilecciones e intereses. Mi pregunta es si eso no debería considerarse ilegal. Usted, lector/a de unocero, ¿qué piensa?

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