El mundo digital nos ha dado prácticamente todos los contenidos posibles en ceros y unos. Empezó con la música, la cual cobró auge cuando apareció el formato mp3. Los libros terminaron por pasarse a formato electrónico y hoy en día hay muchos sitios -probablemente ilegales- que tienen copias digitales de un buen número de libros, ya sean novelas, libros técnicos, científicos, para niños, etcétera. Es una obviedad decir que las películas en DVD o Blu-Ray ya son en términos reales archivos binarios y por ende, son susceptibles de ser copiados fácilmente.

Curiosamente la tecnología para el usuario final nos vende grabadores de CD/DVD, y la industria de software nos proveé con programas que permiten copiar casi cualquier contenido digital de forma que el original y la copia sean indistinguibles. Sin embargo, el copiar discos es aún ilegal por ejemplo, en los Estados Unidos. De nuevo las autoridades norteamericanas rechazaron una propuesta más que permitiría al usuario hacer copias de estos discos para uso personal.

Sabemos que los discos, DVD y Blu-Ray, tienen protocolos de encripción, los cuales no pueden ser violados con el argumento de que son para uso personal. David Mao, el Bibliotecario del Congreso responde así a esta petición de permitir copiar legalmente los DVD y Blu-Ray. De hecho, cada tres años los reguladores de los derechos de autor en los Estados Unidos buscan hacer propuestas en donde se exima de ciertos elementos de los derechos de autor, de acuerda al acta Digital Millennium. Así por ejemplo, la DMCA (Digital Millenium Copyright Act) prohíbe brincarse la encripción o acceder a los controles para copiar o modificar los trabajos con derechos de autor. Incluso si es una excepción al acta y está permitido. Pero este tipo de regulaciones se deben renovar cada tres años o simplemente expiran.

Los discos de música en CD no tienen ningún esquema de encripción, y sin embargo, los propietarios de esos discos tienen derecho de hacer copias de respaldo o mover los tracks como les plazca, bajo el concepto de un uso justo. «Estos resultados contínuan mostrando las fallas en la ley en el proceso de la DMCA. Incluso aunque la ley claramente permite a los consumidores mover sus contenidos digitales entre sus dispositivos peronales, el Bibliotecario del Congreso y el registro de los Derechos de Autor, ponen un pequeño punto de incertidumbre para mantener una actividad del sentido común como ilegal», dice Sherwin Siy, el vicepresidente de los asuntos legales de Public Knowledge, en Wasington DC.

Los reguladores de los derechos de autor han dado la exención a la DMCA a software para vehículos si se trata de propósitos de investigación, así para el software en máquinas para votaciones y dispositivos médicos. Mao también da -supuestamente- una exención a los dispositivos que imprimen en 3D de manera que los usuarios puedan utilizar materiales de impresión que no son los que ha aprobado el fabricante. Curiosamente, el bibliotecario del Congreso ha permitido la exención de copia para «fragmentos cortos» de los DVDs o Blu-Rays, si se usan para «documentales», para «multimedia que no sea de ficción en donde se ofrece análisis de películas». Los profesores y estudiantes pueden también «crackear» estos discos para «propósitos educativos», para «estudios de filmes» u otros cursos que requieran un análisis detallado de las películas o de los fragmentos de estos contenidos digitales.

Los trabajos literarios, por su parte, pueden ser crackeados para permitir ser leídos para aquellos con discapacidades visuales. Los reguladores también permitieron el «jailbreaking» de los teléfonos móviles, tablets, wearables y televisiones inteligentes. Se pueden incluso copiar los video juegos pero para propósitos limitados.

Claramente este tipo de leyes no va a ninguna parte. Los conceptos «fragmentos cortos» es tan poco preciso que cualquiera puede aludir que está copiando un frangmento cuando bien podría ser, por ejemplo, media película. ¿En qué momento deja de ser un fragmento? Por otra parte, el poner tantos subpuntos para eximir de la prohibición de copiar un contenido digital hace la ley difusa y con una serie enorme de interpretaciones posibles.

Esto claramente habla sobre como la tecnología ha sobrepasado todo el marco legal que no tenía realmente problemas hasta que entraron al mundo todos estos contenidos digitales. Sin duda las leyes de los derechos autorales deben ser re-analizadas, porque ya simplemente no se pueden parchar y para colmo, podrá ser ilegal hacer una serie de copias de un sinfín de contenidos digitales, pero es obvio que las mayorías lo ignoran. Los usos y costumbres sobrepasan todas las regulaciones.

Referencias:

ArsTechnica