Los fenómenos meteorológicos como los huracanes e inundaciones no sólo causan estragos en las comunidades, también impactan directamente en la salud de los habitantes al favorecer el desarrollo de enfermedades. Ahora, tras el paso de Patricia, la prevención es de vital importancia para disminuir el número de víctimas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ahogamiento es la principal causa de muerte por las inundaciones repentinas y costeras; sin embargo, existen otros riesgos que ponen en peligro la calidad de vida de los afectados, principalmente las infecciones y los traumatismos.
Las infecciones más frecuentes son las gastrointestinales, respiratorias, de heridas y las transmitidas por vectores.
Las infecciones gastrointestinales, ocurren por consumo de agua y alimentos contaminados, los principales factores de riesgo son la no disponibilidad de agua potable, las malas condiciones de saneamiento y de higiene personal, junto a una inadecuada preparación de los alimentos. Los principales agentes que se han reportado como causa de infecciones gastrointestinales, en distintos desastres y lugares del mundo son: el Vibrio cholerae, la Escherichia coli enterotoxigénica, Salmonella serotipo typhi y paratyphi, Hepatitis A, Norovirus y Rotavirus.
Otro agente que es menos frecuente, es la Leptospirosis. Una enfermedad bacteriana zoonótica, cuyo contagio es por contacto con orina de roedores. Es sabido que en condiciones de desastre hay mayor proliferación de roedores y mayor cercanía de estos también, ya que la gente está viviendo a la intemperie, en carpas, etc.
Las infecciones respiratorias son las que ocurren con mayor frecuencia con posterioridad a un desastre natural. Dentro de los factores de riesgo asociados se puede enumerar: el hacinamiento, la ventilación inadecuada de los hogares, la cocina ubicada dentro del dormitorio en personas que están viviendo en viviendas de emergencia. Por supuesto, los pacientes menores de un año y los ancianos tienen un mayor riesgo. Por otra parte, un clima frío va a favorecer también este tipo de infecciones, y la frecuencia en que se presentan va a depender principalmente de la situación epidemiológica al momento del desastre; es decir, si se produce en invierno es muy probable que aumenten en forma importante los virus respiratorios como Haemophilus influenzae, virus respiratorio sincicial (VRS), entre otros, según la localidad.
En relación a la infección de las heridas, se sabe que los politraumatismos son muy frecuentes en todo tipo de desastre, que son causados por golpes, atriciones o aplastamiento. En general, estas heridas tienen un alto riesgo de contaminación, principalmente con tierra y barro, también con agua salada y agua de alcantarillado, siendo lo anterior un factor importante, pues de eso va a depender que agentes son los causales de la infección como por ejemplo infecciones por Staphylococcus aureus, Streptococcus o Clostridium tetani, que se contagia a través de tierra contaminada con las esporas de esta bacteria, y que es importante tenerlo presente sobre todo para la profilaxis.
Las infecciones transmitidas por vectores, en general, se favorecen sobre todo en lugares donde hay inundaciones, ya que esto propicia el crecimiento de las larvas de los mosquitos, los que se presentan en general en forma más tardía en comparación a otras infecciones. Las más frecuentes son la malaria y el dengue.
Con respecto a las infecciones asociadas a cadáveres, en general, los distintos estudios muestran que no representan un riesgo aumentado de contagio de enfermedades infecciosas. La causa de muerte de la gran mayoría de las personas es por traumatismo y no están en ese momento incubando una enfermedad infectocontagiosa, por lo tanto no se transmiten a terceros.
Prevención
Es frecuente que los recursos disponibles inmediatamente después de un desastre no sean suficientes para atender todas las necesidades de salud ambiental. Es necesario establecer las siguientes prioridades:
- Abastecimiento de agua potable
- Disposición de excretas
- Manejo de residuos sólidos
- Instalación de albergues saludables
- Control de alimentos
- Prácticas de higiene personal
- Control de vectores
Lo principal es asegurar la provisión de agua potable. Esta es una de las principales medidas que hay que tomar y tratar de lograrlo lo antes posible, de modo de prevenir la aparición de las enfermedades infectocontagiosas, idealmente los asentamientos de la población deben planificarse en sitios donde exista, por supuesto, un adecuado acceso al agua y necesidades sanitarias básicas.
De no disponerse de agua potable, ésta debe ser hervida 3 minutos o clorarla con 10 gotas de cloro por cada litro. Los alimentos deben ser consumidos cocidos y guardados en lugares seguros, con envases tapados, los utensilios de cocina deben ser lavados y se deben mantener medidas de aseo general, como lavarse las manos y usar alcohol gel al manipular los alimentos antes de comer, después de ir al baño.
Se deben ventilar los lugares donde permanezcan las personas y se debe mantener la basura en recipientes con tapa para evitar la llegada de roedores. En relación al cuidado personal se debe procurar mantenerse abrigado con ropa seca, cubrir nariz y boca si es que hay lugares con humo o polvo.
Referencia: CDC, CDCII, BVSDE, MEDWAVE