La cadera es la parte de la estructura ósea que más se gasta a lo largo de los años y las prótesis actuales suelen ser de metal, un material que suele desgastarse mucho y llega a ser rechazado por parte del sistema inmunológico huésped. Aunque la configuración de caderas artificiales es simple, pues la cadera tiene una entrada y el hueso embona, el problema es la gran movilidad y resistencia que estos materiales metálicos ofrecen sacrificando comodidad. Es por eso que científicos del Instituto Fraunhofer, en Alemania, han creado un material tan duro como el metal pero que dura dos veces más.
El material se conoce como PEEK, un polímero biocompatible reforzado con fibra de carbono que tiene un nivel de aceptación en el cuerpo del doble que otras piezas de metal. La pieza de PEEK embona con la pelvis. Una base de cerámica incorpora el fémur original del paciente para fomentar que las células madre provenientes de la médula ósea estimulen el crecimiento del hueso dentro del implante.
Además, esta prótesis cuenta con una estructura fabricada con pequeñas protuberancias que facilitan el uso, movimiento y —de ser necesario— reajuste de la pieza cuando se necesite. El PEEK también cuenta con una capa de un compuesto conocido como hidroxiapatita que coadyuva a la incorporación del implante con el resto de los huesos de una manera más natural.
Al acomodarse fácilmente, el PEEK no requiere de cemento óseo, mismo que suele fracturarse y romperse, lo que causó la caída y e desajuste de la pieza.
Al no ser de metal, la pieza suele ser más flexible y menos rígida, lo que ayuda al movimiento del paciente, reduciendo también el estrés que los otros huesos sufren debido al peso y vibración de una pieza de metal.
El programa pertenece a un esfuerzo conjunto de diferentes equipos médicos especializados en prótesis, conocido como ENDURE. Este se concentra en devolver movilidad al paciente para que, sin problemas, suba escaleras, corra y hasta escale un muro.
Un avance más en el área que atiende a tantas personas que se han visto limitadas por la falta de una de sus extremidades. Si continuamos así, pronto existirán humanos con una estructura ósea totalmente artificial.