Un equipo internacional de científicos ha logrado crear la célula autónoma con menos genoma que ningún otro organismo, con apenas cuenta con 473 genes, todos necesarios para la vida. Nombrada como JCVI-syn3.0, este pequeño genoma expande las posibilidades de la creación sintética de vida.
El concepto de la célula mínima es fundamental en biología sintética y hasta ahora esto era puramente teórico, pues no se encontraba en la naturaleza. Se trata del conjunto mínimo de genes necesarios y suficientes para que una célula funcione, en presencia ilimitada de nutrientes esenciales.
La investigación continúa el trabajo de 2010 por el mismo equipo que desarrolló la primera célula bacteriana sintética. Desde entonces, los científicos se propusieron sintetizar una célula mínima con solo los genes necesarios para mantener la vida en su forma más simple, un esfuerzo que podría ayudar a los especialistas a comprender la función de cada gen esencial en una célula.
Los científicos utilizaron el Mycoplasma, la familia de bacterias con el genoma más pequeño conocido hasta ahora con replicación autónoma. Posteriormente diseñaron hipotéticos genomas mínimos en ocho segmentos distintos de ADN, cada uno de los cuales fue probado con el fin de clasificar con precisión los genes constitutivos de ser esenciales o no.
Durante este proceso, también trataron de identificar los genes cuasiesenciales, es decir, no absolutamente necesarios para la vida pero fundamentales para un crecimiento robusto. Para los autores, JCVI-syn3.0 representa una herramienta versátil para la investigación de las funciones básicas de la vida.
En una serie de ensayos, el equipo insertó transposones, fragmentos del genoma que pueden cambiar de forma autónoma su ubicación dentro del mismo en numerosos genes para interrumpir sus funciones y determinar cuáles eran necesarias para la actividad general de las bacterias.
«Las aplicaciones médicas de este hallazgo son incontables, ya que abre la posibilidad de crear nuevos productos químicos o farmacéuticos en el largo plazo. Esperamos ser capaces de diseñar células nuevas que nunca antes se han producido, podremos construir todo aquello que queramos», dijo Clyde Hutchison, responsable de la investigación.
«La creación de vida de forma sintética es diferente de la llamada vida artificial, ya que toma elementos que ya existían y simplemente los une de forma sintética».
En comparación, el genoma de la nueva célula artificial representaría menos del 2 % de los genes que tiene un humano, que se calcula oscila entre 20.000 y 25.000 genes. Sin duda un significativo avance que abre por primera vez la posibilidad de, eventualmente, crear una especie artificial.