La Amiga fue una computadora que no tuvo éxito porque estaba demasiado adelantada a su tiempo. Creada por Commodore y basada en el procesador 68000 de Motorola, la computadora tenía un chip especial para gráficas y sonido y sus capacidades estaban muy por encima de lo que se ofrecía en los años 80s por un precio bajo sorprendente. Su sistema operativo, AmigaOS era multitareas, cosa que sólo podía verse en equipos muchísimos más costosos. El modelo mejor vendido de estas máquinas fue la Amiga 500, que se introdujo en 1987 y se habla de que se tuvo un mercado de entre 4 a 6 millones de unidades.
Pero algo pasó y en este mercado tan caprichoso como es el cómputo, nadie tiene el éxito asegurado de por vida y además, quien se duerme desaparece pronto del mapa. Hay muchos ejemplos de ellos: Atari desapareció. La empresa que hacía el más popular de los procesadores de palabras, WordStar, no supo mantener el paso y eventualmente las suites de oficina terminaron cualquier intento de revivir este tipo de programas.
Y ahora, en ya casi el 2016, se me ocurre la pregunta ¿sería posible armarse una Amiga 500 con la tecnología moderna que tenemos, a un costo mucho más accesible que la Amiga 500 original (que costaba unos 600 dólares)? Aparentemente la respuesta es sí y el ingeniero holandés Dennis van Weeren, que nunca olvidó a su Amiga 500, lanzó un proyecto muy ambicioso para construir una versión FPGA de la máquina de Commodore, todo esto a principios del 2005.
El resultado final fue Minimig, una tarjeta de unos 12 x 12 cms. basado en una versión moderna del procesador Motorola 68000. Los chips especiales de Amiga fueron implementados en un chip Xilinx Spartan-3 FPGA y la tarjeta incluye 2 MB de RAM y un conector para una tarjeta SD para guardar los programas. Van Weeren incluyó un teclado PS/1 y conectores para el ratón, además del conector a Joystick de 9 pines.
Se dice fácil, pero es sorprendente que alguien haya podido recrear una máquina tan complicada como la Amiga. Hay por supuesto detalles que tienen que trabajarse, como errores en el manejo de sprites o las limitaciones del sistema de archivos, pero básicamente todo trabaja como sería de esperarse.
La tarjeta y el software se han puesto a disposición de todos bajo la licencia general pública GNU, por lo que cualquiera con ciertas habilidades para soldar puede construise su propio clon de Amiga. Para que el sistema funciones se necesita una imagen del ROM original (Amiga Kickstart), que cargue desde la tarjeta SD junto con una copia del Workbench. Una vez que se tenga todo esto listo, ya puede jugar Lemmings, el primer juego que corrió en esta máquina con éxito.
Por supuesto que si lo suyo no es soldar, Acube Systems Srl en Italia ofrece una tarjeta ensamblada con una tarjeta de 16 GB SD a un costo de unos 140 euros. Cabe notar que van Weeden incluyó puertos en varios lados de la tarjeta, por lo que no es fácil acomodar todo eso en un gabinete estándar. por suerte, el entusiasta sueco Illuwatar produjo una versión que permite poner un gabinete de PC de manera funcional en este clon de la Amiga.
Referencias: