Con el objetivo de estudiar el embarazo desde el laboratorio, investigadores estadounidenses y surcoreanos han desarrollado una “placenta-en-un-chip”. Un dispositivo que imita a nivel micro, la estructura y la función de la placenta.
La placenta es un órgano muy especializado, característico de los mamíferos superiores. Desde el momento que tiene lugar la anidación en la mucosa uterina hasta que se produce la expulsión del feto, la placenta es el órgano a través del cual se establece la conexión entre madre e hijo, es el pulmón, el intestino y el riñón del feto.
La placenta ayuda a los nutrientes y al oxígeno a moverse hacia el feto y a expulsar los productos de desecho. Al mismo tiempo, la placenta trata de frenar que las exposiciones ambientales nocivas, como las bacterias, virus y ciertos medicamentos, alcancen el feto.
“Creemos que esta tecnología se puede utilizar para hacer frente a preguntas difíciles de contestar con los actuales modelos de placenta y ayudar a la investigación sobre el embarazo y sus complicaciones”, dice Roberto Romero, responsable de la investigación.
Para crear la placenta-en-un-chip los científicos usaron humanas en una estructura que se asemeja más a la barrera materno-fetal de la placenta. El dispositivo consta de una membrana semi-permeable entre dos pequeñas cámaras, una lleno de células maternas derivadas de una placenta de un parto y la otra lleno de células fetales derivadas de un cordón umbilical.
Después de diseñar la estructura del modelo, los investigadores probaron su funcionamiento evaluando la transferencia de glucosa (producida por el cuerpo al convertir los carbohidratos en energía) del compartimiento materno al compartimiento fetal. La exitosa transferencia de glucosa en el dispositivo refleja lo que ocurre en el cuerpo.
“El chip puede permitirnos hacer experimentos de manera más eficiente y a un coste más bajo que los estudios en animales. Con nuevas mejoras, esperamos que esta tecnología pueda conducir a una mejor comprensión de los procesos normales de la placenta y de los trastornos placentarios”, agrego.
Actualmente la investigación del embarazo es un reto, esta se encuentra limitada por el potencial riesgo los fetos y por el uso cuestionado de modelos animales. Es por eso que el encontrar una manera alternativa para estudiar el proceso podría algún día ayudar a los médicos a evaluar mejor la salud de la placenta y en última instancia, mejorar los resultados del embarazo.
Referencia: NIH