Ahora, los pacientes atendidos por Orbis International no los recogerá una ambulancia, sino un avión. La tripulación y las instalaciones de este nuevo Boeing MD-10 son algo diferentes a lo que solemos encontrar en una aeronave común y corriente. Su equipo se conforma de médicos, en lugar de azafatas. En su interior, en lugar de encontrar cientos de asientos y mesas desplegables, verás camillas e instalaciones médicas.
Se trata del avión que Orbis International convirtió en un hospital ocular para poder atender a pacientes de países en desarrollo. ¿Cómo será posible eso? La aeronave vuela a distintas regiones con el fin de proporcionar capacitación a médicos y enfermeras, así como para realizar cirugías en la vista.
El avión cuenta con 9 compartimentos modulares. Entre ellos, está la oficina de administración, que tiene una escalera escondida en la bodega de carga convertida, así que el espacio para equipaje queda de lado. A su vez, el hospital cuenta con una sala de audiovisuales que se ocupa de estar monitoreando las cámaras que se encuentran repartidas en la instalación.
Sin embargo, dichas cámaras no tienen como objetivo formar parte de la seguridad, sino que a través de ellas, las cirugías se transmiten en vivo a un televisor en 3D para que los estudiantes se sienten en el aula que está en la parte delantera del avión.
Por supuesto, el avión cuenta con una sala de operaciones que está equipada con microscopios, monitores tridimensionales y todo lo necesario para que el personal médico pueda operar. Además, en la parte posterior hay un espacio para que los pacientes tengan espacio y tiempo de recuperarse.
Seguramente se han estado preguntando cómo es que un avión va a tener las condiciones necesarias para ambientar un hospital. Bueno, la aeronave es autosuficiente, ya que genera su propio oxígeno de grado hospitalario, quema su propio combustible para propulsar su equipo y tiene un purificador de agua que está diseñado para matar toda bacteria existente.
La organización benéfica Orbis International siempre se ha caracterizado por su enfoque hacia la prevención y el tratamiento de invidencia en países en desarrollo a nivel mundial. Además, en los últimos cinco años, han capacitado a más de 10 mil médicos, realizando más de 12.5 millones de exámenes oculares.