Investigadores de la Universidad de Tohoku en Japón, han propuesto una nueva forma de teletransportar energía a través de largas distancias aprovechando las propiedades de la luz comprimida o estados de vacío, algo que podría revolucionar la forma en que los dispositivos cuánticos y las máquinas funcionaran en el futuro.
La teleportación es la transferencia de un objeto de un punto del universo a otro sin tener que viajar a través del espacio en el medio. Durante años, los físicos han estado destrozando récords de distancia de teleportación cuántica, explotando el entrelazamiento cuántico para enviar información encriptada. Las partículas entrelazadas se mantienen unidas sin importar lo lejos que estén, y un cambio en una partícula siempre afecta a su pareja de forma particular.
En los experimentos, por ejemplo, un par de partículas entrelazadas se separan y cada parte se envía a una ubicación diferente. Cuando alguien mide la partícula en el punto A, se decide su estado cuántico y tal evento provoca el cambio inmediato correspondiente en la partícula del punto B.
No importa la física por la que se transmite, y nada viaja más rápido que la luz; pero la persona en el punto B puede recrear el fotón en el punto A utilizando únicamente la información acerca de los cambios observados, haciendo efectiva la teleportación.
Los físicos han hecho esto con la luz y con la materia, igual que con iones entrelazados. No obstante, Masahiro Hotta de la Universidad de Tohoku en Sendai, Japón, se preguntó si sería posible teletransportar también la energía.
La teoría dice que el vacío no está realmente vacío, sino constantemente agitado con pequeñas fluctuaciones que causan que las partículas aparezcan dentro y fuera de la existencia. Estas partículas surgen en pares entrelazados y, sobre todo, pueden aparecer a grandes distancias de separación.
El campo cuántico del vacío espacial suele estar en su nivel más bajo de energía. Pero si alguien mide el campo, el sistema cuántico en esa región, vamos a llamarlo región A, se ve alterado y excitado, ganando energía. Hotta sugiere que usando la información obtenida a partir de esa medida se pueda crear una corriente eléctrica que se ajuste al cambio cuántico. Dado que las partículas se distribuyen en el vacío y están entrelazadas entre sí, poder envíar una corriente a otra parte del vacío, una región B, permitirá a la corriente extraer energía del campo cuántico en esa región. En otras palabras, las partículas de la región A teletransportara parte de su energía a la región B, sin necesidad de una línea de transmisión física.
Lo que limita este proceso es que por ahora la distancia sobre la cual se enredan las regiones de espacio no están muy lejos, en el orden de la escala de Planck, serian 10 ^ -35 metros. Sin embargo Hotta dice que han encontrado una manera de resolverlo mediante un efecto cuántico exótico conocido como estado exprimido, lo que minimiza el ruido cuántico en un sistema, postulando que la preparación de los fotones originales en un estado exprimido supera la limitación de la distancia.
En lugar de confiar en las regiones enmarañadas de espacio para equilibrar la energía entre un punto y otro, el propio estado exprimido hace el equilibrio. Y eso lo hace posible teletransportar energía en casi cualquier distancia.
Hotta y co dicen que esto se debe hacer la verificación experimental de teletransporte de energía mucho más fácil. Si están en lo cierto, podríamos ver los primeros experimentos de teletransporte de energía en los próximos meses y años.
Referencia: Arxiv