Los avances tecnológicos están atacando problemas que por muchos años se pensaba que no podrían ser del dominio de las máquinas. ¿Conducir un auto en las ciudades? Es uno de esos temas que parecían imposibles de solucionar para un sistema mecanizado. ¿Conducir un auto en la CDMX? Bueno, eso sigue pareciendo imposible.
Aún así, los automovilistas saben que no es mala idea hacerse de un seguro para el auto eventualmente. Sí, quizás en algunos casos es costoso pero por otra parte, en caso de un accidente, lo que puede costarnos puede ser mayor. Es algo que hay que tener en cuenta. Pero ¿un auto que se maneja solo puede tener acceso a un seguro? Porque cuando hablamos de personas, tenemos también que pensar en la responsabilidad de los conductores, asunto que no se ve fácil de entender cuando se trata de máquinas que hacen estas tareas.
Porque finalmente, ¿quién sería el responsable si le ocurre, a un auto que se maneja solo, un accidente? ¿Al software que quizás es defectuoso? Pues bien, la aseguradora en el Reino Unido, Adrian Flux, ha abierto el debate dando la posibilidad que los dueños de automóviles como el modelo Tesla S, puedan contratar un seguro.
El Tesla S es uno de los primeros autos que se manejan solos de forma semi-autónoma. El software de dicho auto tiene un piloto automático que puede hacer algunas funciones. Es uno de los primeros autos de los muchos que pronto tendrán esta tecnología.
Las políticas de Adrian Flux bosquejan algunos de los escenarios para el manejo autónomo que necesitan tomarse en cuenta. El primero tiene que ver con el software. Por ejemplo, si hay una mejora al software y se decide no instalarla, el conductor debería pagar una cuota más alta, a menos que un accidente le ocurra dentro de las siguientes 24 horas de haber sido notificado de dicha actualización. Para decirlo en otras palabras, el conductor (humano) tiene un día para pensar si instala la actualización del software antes de que le cobren más en su póliza. Curiosamente, después de esas 24 horas no se aclara realmente si el dueño del auto seguirá cubierto o no. Esto podría ser un asunto que podría darse a la polémica, porque ¿cuántas veces una actualización de software no ha funcionado e incluso, ha dejado las cosas peores? ¿Quién garantiza que la actualización del software hará que el piloto automático maneje mejor?
Otro problema es si algún hacker se mete a modificar el software del piloto autónomo y esto causa un accidente. ¿Es esto responsabilidad del dueño del auto? La dificultad reside en saber hasta que punto un accidente se puede dar cuando el software del piloto automático falla por hackeos o porque simplemente falla y toma una trágica decisión.
Finalmente, los conductores de estos automóviles con piloto automático pueden apagarlo y conducir ellos mismos, pero eso no significa que esto deba hacerse por problemas del software o por causas mecánicas. Si ocurre un factor de estos en un accidente, y el conductor humano no toma el control para prevenirlo, ¿debería seguir el auto asegurado? De acuerdo con Adrian Flux, la respuesta es afirmativa, es decir, la póliza seguiría cubriendo el automóvil.
Hay muchas consideraciones que deben tomarse en cuenta para que los seguros para estos coches autónomos funcionen. Por ejemplo, algunas cosas no han cambiado en las pólizas. El conductor, aunque no maneje el auto, deberá estar consciente de ello por lo que vaya olvidándose de echarse una siesta mientras se llega a su destino. Igualmente, otros factores deben considerarse: la condición del camino, del propio auto y el rol que juegan los otros conductores en las calles.
Probablemente es pronto para tener pólizas de seguros muy claras con respecto a esta nueva tecnología y de hecho, probablemente cambien en la medida que la tecnología avanza. Esto fue reconocido incluso por el CEO de la empresa Volvo, Hakan Samuelsson, quien dijo que “el impacto a mediano o largo plazo [de los coches autónomos] en la industria de los seguros, probablemente sea significativa”. Esto lo afirmó en un panel de discusión a principios de este año sobre este tópico.
Referencias: Adrian Flu, GizMag