Microsoft siempre da la impresión de que hace algo mal. Digamos que es como algunos jugadores de ajedrez que tienen un plan, un mal plan, y lo siguen hasta el final. En los últimos años la empresa de la ventanas ha trabajado duro por innovar y en sistemas operativos su Windows 8, con esa nueva interfaz de usuario, pareciera ir por un buen camino. Más aún, no suena tan descabellada la idea de que todos los dispositivos puedan compartir la misma interfaz y por ende, los usuarios tengan la misma experiencia de cómputo en todos sus aparatos, tanto de escritorio como móviles.
Pero para ello el esfuerzo no parece ser sencillo. Microsoft ha tenido que portar Windows 8 a máquinas con procesadores ARM, los cuales dominan el mercado móvil. Entonces las huestes de Steve Ballmer han escrito versiones de Windows 8 para ARM, para procesadores x86 y las correspondientes para Windows Phone, el cual busca entrar al mercado de la telefonía. Todo este trabajo parece estupendo, per de nuevo, hay montones de inconvenientes que resolver. Por ejemplo, Win RT (la versión para ARM de Windows 8), no tiene las aplicaciones y programas que tenemos en las computadoras de escritorio con Windows 8 (o anteriores) y curiosamente, los fabricantes de software no parecen estar muy emocionados con la perspectiva de re-escribir sus programas para esta nueva plataforma en ARM. Igualmente, por alguna razón, las políticas de Microsoft para publicar software en su tienda virtual de apps no parece ser la más adecuada y es poco atractiva a los desarrolladores. Quizás lo interesante es abrir totalmente la tienda, hacer gratuita la inscripción al sistema, dotar de más herramientas gratuitas de las que ya da Microsoft, para así estimular a los creadores de software. Al no hacer eso, los programadores de apps tardarán mucho más en ver a Windows 8 como una plataforma que les pueda dar ingresos.
Así, los resultados de estos planes de Microsoft han hecho que sus tablets con Windows 8 no se vendan y por ende, han decidido finalmente hacer un ajuste de 900 millones de dólares, para que así, su tablet entre al mercado. Cabe decir que en cierta medida Microsoft incursiona en un modelo desconocido para ellos, el de vender computadoras. Antes sí, vendían ratones, teclados y consolas de juegos, pero computadoras portátiles no. Quizás están aprendiendo -dolorosamente- en el camino.
La Surface RT es una computadora que tiene muchas virtudes: usa materiales de calidad, se ve bien construida, su cubierta (que es un teclado suena buena idea) y en general, tiene una estética razonable. Hay otras máquinas portátiles, como la Iconia W3 de ACER, que francamente deja mucho que desear en varios aspectos.
Desafortunadamente la Surface RT -siendo un paquete completo- tiene algunos feos inconvenientes. Su idea es que se base en gestos táctiles, pero en muchas ocasiones estamos forzados a usar el escritorio de Windows de la manera tradicional, como que no cumple con las expectativas de la interfaz táctil. Como hemos dicho, no puede correr las apps tradicionales de Windows (a excepción de Office). No tiene Outlook y su medio ambiente, su interfaz, aunque sólido, se nota incompleto. Microsoft sin embargo dice que es el mejor de los dos mundos: el de la PC y el de una tablet.
Para que estas tablet sea un éxito, probablemene requiera tener un paquete de correo, apps para música y audio, y probablemente una interfaz menos dependiente del escritorio tradicional de Windows. Vamos, tal vez lo que estamos queriendo tener es una verdadera tablet y no esta especie de híbrido entre una PC y una tablet.
Pero si todos estos inconvenientes no fueran pocos, el precio de esta tablet de Microsoft no parece ser el más atractivo. La RT empezaba en precios de 499 dólares para la unidad de 32 GBytes y sin teclado/cubierta. ontra la Google Nexus 10 o el iPad, pues no resulta siquiera una opción a considerar. Estas dos últimas tablets tienen procesadores más rápidos, mejores pantallas y lo más importantes, muchas más apps que la Surface RT.
Pero para colmo, Microsoft inició una campaña para vender su Surface RT con el siguiente video:
https://youtu.be/iB5txqIl8jQ
Podemos ver a muchos jóvenes bailando y la verdad, lo único que demuestran en este anuncio es que se puede conectar muy fácilmente el teclado a la tablet. Bonito anuncio, pero ¿qué tiene que ver todo este baile con lo que puede hacer la Surface RT? Misterio. Cabe señalar que el teclado viene aparte (costo extra) con la versión de 499 dólares.
Todo esto es sin duda un conjunto de argumentos por los cuales la Surface RT simplemente no se vende. Sí, siempre habrá “early adopters” y gente del ambiente tecnológico que “se la juegue” o simplemente se compre este dispositivo porque jamás se haría de uno de Apple o con Android. Tal vez el nicho de mercado sean los estudiantes, pero parece ser que tampoco han tenido éxito ahí.
Por ello, Microsoft parece haber decidido dar un golpe de timón y ahora ofrece unidades de Surface RT (a las escuela en Estados Unidos) a 199 dólares (o 289 dólares con la cubierta/teclado). Para una computadora que se usará para entrar a la web y usar Office, puede ser una buena idea, finalmente. Pero de nuevo, ¿por qué no extender esta oferta a los propios estudiantes? De nuevo, Microsoft redefine sus planes, pero parece ser, sigue sin ver el entorno.
No obstante, ya han hecho un ajuste en sus precios y además, aparte de vender las máquinas en las tiendas de Microsoft, ahora las venden en cadenas grandes, como Best Buy. Así pueden tener más exposición y finalmente, con la reducción de precios, podrían ver cómo se van incrementando sus ventas.
https://youtu.be/wE7AQY5Xk9w
Tal vez la manera de vender tablets Surface RT implique: amplia disponibilidad, anuncios que informen y asombren, enfatizando las virtudes del equipo, precios más que competitivos y en última instancia, incitar a terceros a crear apps para la versión RT. Esto, poco a poco, puede ir permeando en muchísima gente. Y desde luego no es fácil, teniendo a Apple y su iPad como el líder del mercado en este particular nicho. Vamos a ver si los ajustes de Microsoft cambian la suerte de Surface RT.
Referencias: