A veces pienso que el éxito de las redes sociales reside en que de pronto, a todos los ciudadanos, las personas de la calle, se les otorgó no solamente el poder opinar, sino que estas opiniones aparecen publicadas inmediatamente vía Internet y entonces los amigos y quienes nos leen, meros conocidos quienes nos siguen, leen lo que ponemos y eso nos da una mínima pero cierta notoriedad.
La realidad es que todo esto es un poco artificial y sin mucho sentido, porque en estas inmediatez de las redes sociales nuestros comentarios se mueven muy pronto y no quedan por un tiempo importante para que todos los lean. Aún así hay quien se desvive por tener muchos «likes, muchos » me gusta» pues los hace sentir quizás queridos, o admirados. No lo sé.
Si usted lector, lectora, quiere ser popular en Facebook, le tengo aquí la clave del éxito. Es fácil: hágase de un programa de gráficas como Photoshop o incluso el Paint de Windows quizás le pueda servir. Busque entonces un tema, por ejemplo, el maltrato de los animales, el bullying o la discriminación por motivos sexuales, por mencionar los temas más socorridos. Haga un letrero con el texto que se le antoje con una foto que aluda al tema que le interesa publicar. Cite a algún personaje histórico que sea experto en el tema (no use una vez más a Einstein, eso ya no se lo traga nadie) y entonces publique su bonito cartel, Si quiere que hasta los más escépticos tomen en cuenta su letrero, citen a alguna institución extranjera que trabaje en el tema. Busque el logotipo de dicha fundación, compañía o institución de manera que quede como la fuente de sus afirmaciones en el letrero creado. De hecho no importa que no exista referencia sobre el tema que usted está tratando. Ya lo sabemos, la gente cree sin consultar en Internet, a pesar de tener el acceso a esto en la punta de sus dedos.
Otra idea es poner un cartel exhibiendo la falta de profesionalismo de un equipo de futbol, o hablando bien del América, o mal del Guadalajara, o de cualquier equipo de la liga mexicana. Puedo apostarle que recibirá muchos «me gusta» y también muchas mentadas. Parece que se habla de futbol y entonces aparecen todo tipo de personajes que antes de pensar en lo que dice el cartel, lanzarán el insulto más rápido y fácil que encuentren. Esté preparado para eso. No todo es miel sobre hojuelas.
Desde luego que todo esto solamente habla de nuestra enorme hipocresía en muchísimos temas. hablamos de proteger a los animales callejeros, pero ignoramos al anciano que nos pide una moneda en la calle. ¿A cuánta gente que no tiene ni que comer, estimado lector/lectora, les ha invitado usted siquiera a saciar su hambre en una fonda? Y si somos lo suficientemente honestos, veremos que somos muy de «hágase lo que digo, no lo que hago», y vamos por la vida pensando que somos muy buenos. Hacemos carteles apelando a cuidar el ambiente, pero no nos tentamos el corazón cuando se trata de destruir toda una zona para construir ahí el departamento o la casa en donde vamos a vivir. Ahí sí se justifica que destruyamos el entorno. Podemos fumar todo el día, pero nos alarmamos de la contaminación del aire.
Igualmente pasa probablemente con su letrero para defender a los animales. Todos los días comemos carne de animales que fueron sacrificados de formas que no nos gustaría siquiera conocer, pero como esa parte no la vemos porque ya la carne de esos animales nos la dan empaquetada y en trozos, entonces felices nos zampamos un buen filete o peor aún, hacemos una fiesta en donde se comerá lechón. Porque bueno, nos tenemos que alimentar y ahí los sacrificios a los animales, sean de manera humanizada o no, no los vemos. En esta medida somos los seres humanos bastantes hipócritas. Hacemos muchas cosas mal, pero en Facebook nos comportamos como si fuésemos moralmente superiores siempre.
Pero todo esto es una reflexión inútil. En general nos tragamos todo lo que nos pongan en la mesa de las redes sociales, sin siquiera pensar lo que nos están diciendo verdaderamente. No importa, porque lo único relevante es pues tener «me gusta» al por mayor y ser populares, y tener muchos seguidores, cosa que tal vez nos hace pensar que somos importantes. ¿Y cómo no va a ser cierto esto? Los artistas de moda tiene muchos, muchísimos seguidores, miles y miles. Y estos personajes son muchas veces los modelos de rol que seguimos. Y por eso simplemente son importantes.
Ahí tienen pues lo que hay que hacer para ser felices y populares en las redes sociales, aunque los problemas reales simplemente los dejemos pasar de largo o les demos «me gusta» aunque jamás pasemos a las acciones.