Te has preguntado si comes los suficientes vegetales, pues gracias a los investigadores de la Universidad de Yale y la Universidad de Utah pronto sabrás en cuestión de segundos si tu dieta es la adecuada o si tus hijos realmente se comen todas las verduras.
La nueva tecnología se basa en el hecho de que las personas con dietas altas en vegetales tienden a desarrollar una decoloración de la piel ligeramente amarilla, debido a los carotenoides que se acumulan en la sangre, y que los niveles de estos pigmentos puede medirse mediante una técnica llamada Resonancia Espectroscopia Raman.
El dispositivo desarrollado consta esencialmente de un láser de argón azul conectado a una sonda de fibra óptica flexible. El láser está bien sintonizado con una frecuencia específica en la que los carotenoides resuenan más fuertemente y cuyos niveles se puede medir fácilmente en unos 30 segundos. Los datos se envían a un ordenador portátil conectado en el que se procesa en unos 30 segundos más.
En un estudio del prototipo, los investigadores compararon las mediciones RR de los carotenoides con las mediciones tomadas con el actual ‘estándar de oro’, un análisis de los métodos de biopsia de suero y la piel. Los resultados mostraron que el RR guardan una estrecha correlación con los métodos tradicionales, pero la medición fue mucho menos costosa, con menos tiempo para procesar y sin dolor.
Los investigadores esperan que el dispositivo se pueda utilizar como una herramienta en la primera línea en la creciente epidemia de obesidad, pero su tamaño actual todavía no lo hace práctico de llevar, por lo que los investigadores continúan perfeccionando el prototipo. En su estudio más reciente, el dispositivo fue puesto a prueba en un jardín de niños.
La Organización Mundial de la Salud recomienda obtener carotenos de los alimentos y no de suplementos, por lo menos hasta que las investigaciones demuestren que los suplementos ofrecen el mismo beneficio. Comer 5 porciones al día de frutas y verduras provee 6-8 mg de beta-caroteno suficientes para la cubrir las necesidad de nuestro cuerpo.
Referencia: Yale University