El pasado 19 de septiembre del año presente, México fue partícipe de un sismo de magnitud de 7.1 con epicentro en Puebla. De igual modo, el 7 de septiembre, se registró otro terremoto en Chiapas de magnitud 8.2, por lo que la sociedad no ha dejado de cuestionarse si se encuentra exenta de cualquier otro percance natural. Lamentablemente, un desastre natural de tal índole no puede predecirse, pero sí existen múltiples herramientas que nos ayudan a estar preparados.
SAS
Estaciones sísmicas en Guerrero
Para comenzar, México cuenta con un Sistema de Alerta Sísmica que depende del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES) y se trata de una Asociación Civil, auspiciada por el Gobierno de la Ciudad de México y que tiene el propósito de detectar sismos importantes en la costa del Estado de Guerrero y avisar con al menos 50 segundos de anticipación en la capital del país, de la llegada de ondas sísmicas importantes.
El CIRES es una asociación civil no lucrativa que fue fundada en junio del año 1986 para promover la investigación y desarrollo de tecnología aplicada a la instrumentación sísmica, como medio útil para mitigar posibles desastres sísmicos como los que sufrió la Ciudad de México en 1985.
De acuerdo con el sitio web oficial de CIRES, «las autoridades del Gobierno capitalino, han patrocinado el diseño y desarrollo de la actual Red Acelerográfica de la Ciudad de México. Dicho recurso tecnológico ha permitido obtener información para comprender y adecuar eventualmente los factores de diseño sísmico del Reglamento de Construcción.»
La alerta sísmica se activa automáticamente cuando las estaciones instaladas en la costa de Guerrero detectan el inicio de un sismo de gran magnitud y envían la señal. También se activa manualmente cuando el equipo decide hacer un simulacro.
¿Qué puntos conocemos sobre la Alerta Sísmica de la Ciudad de México?
- Funciona con sismos que solamente ocurren en la Costa del Estado de Guerrero.
- Se activa con sismos de magnitudes cercanas a magnitud de 6.
Sin embargo, ya existe una red de alerta que se extiende a otras entidades como Oaxaca y Chiapas.
¿Qué es el SASMEX?
El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano se conformó inicialmente por el Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de México y está en etapa de ampliación de su cobertura en otras regiones de peligro sísmico que eventualmente pudieran afectar a ciudades vulnerables. Después se integró con el SASO (Sistema de Alerta Sísmica de Oaxaca).
Según palabras de CIRES, «En 2010, el gobierno del Distrito Federal en la actualización del SAS, así como la ampliación de la cobertura sísmica que podría afectar a la Ciudad de México con 64 estaciones sensoras sísmicas que cubren estados como Jalisco, Colima, Veracruz, Chiapas, Noreste de Oaxaca, Michoacán, Puebla y, por supuesto, Guerrero.»
Ahora, el SASMEX opera de manera ininterrumpida con más de 90 estaciones sismo sensoras que alertan cualquier actividad telúrica que ocurra en el país. La mayoría de estas estaciones se encuentran en la costa del Océano Pacífico y el centro del país.
Al detectar un sismo, la estación sismo sensora envía por radio los datos a los sistemas de cómputo en la ciudad por alertar. Los sistemas de cómputo envían automáticamente la señal a receptores diseñados para advertir a la población, conocidos como SARMEX (Sistema de Aviso de Riesgos Mexicano), los cuales emiten la alerta sísmica que permite a la población prepararse con anterioridad.
Así es como luce el receptor SARMEX
Servicio Sismológico Nacional
Asimismo, el Servicio Sismológico de la UNAM, registra, almacena y distribuye datos del movimiento del terreno para informar sobre la sismicidad del país a las autoridades y a la población en general, promueve el intercambio de datos y coopera con otras instituciones de monitoreo e investigación a nivel nacional e internacional.
Dicha dependencia está conformada por la Red Sismológica de Banda Ancha, la cual está configurada para monitorear las regiones de mayor potencial sísmico dentro de la República Mexicana. Las estaciones se localizan, en su mayoría, a lo largo de las costas del Océano Pacífico y de Veracruz, así como en el eje neovolcánico.