Los cockpits cerrados es una propuesta que muchos amantes del automovilismo deportivo han presentado para evitar que los pilotos estén expuestos a sufrir heridas de gravedad durante un accidente o cuando otro piloto tiene un accidente y piezas del monoplaza vuelan sobre la pista. A finales del año pasado empezaron a circular muchas imágenes sobre cómo se verían los monoplazas cerrados o con protecciones alrededor del habitáculo.
Aunque cada vez se habla más del tema, la idea de usar un cockpit cerrado no es nada nuevo pues Jack Brabham en 1967 probó algunos autos que tenían un sistema similar, la diferencia es que en aquella época no era la cabeza del piloto lo que buscaban proteger, sino obtener una mejor aerodinámica que les permitiera ir más rápido.
Sin embargo después del golpe en la cabeza que recibió Felipe Massa durante el GP de Hungría en 2009, que ocurrió tan solo una semana después del accidente mortal de Henry Surtees en la F2 cuando fue alcanzado por un neumático suelto, los jefes de equipo de la Fórmula 1 y las autoridades de la FIA comenzaron a tomar en serio la idea de cerrar los habitáculos para proteger a los pilotos.
Ha habido otros accidentes donde la vida del piloto estuvo en juego, aunque afortunadamente no hubo consecuencias que lamentar, como el que vimos en el GP de Bélgica en 2012 cuando el monoplaza de Romain Grosjean paso a milímetros de la cabeza de Fernando Alonso o en el GP de Austria de 2015 cuando el asturiano nuevamente se vio involucrado en un incidente, pero esta vez la cabeza que peligro fue la de Kimi Raikkonen.
Se han realizado muchos ensayos y test sobre materiales de los que podrían estar hechas las “capsulas” que cubrieran el cockpit, y a pesar de que se encontrar algunos buenos resultados, son demasiadas las cosas que habría que considerar, no solo el material o la forma, también es importante pensar en la visibilidad, la ventilación y temperatura que habría dentro del habitáculo.
Uno de los puntos que detienen la implementación de este sistema es que el diseño debe tomar en cuenta la rápida y fácil salida o extracción del piloto en caso de emergencia. Actualmente el piloto tiene que ser capaz de estar fuera del monoplaza en 5 segundos, algo que ayuda mucho en momentos cuando el fuego se hace presente. Además la idea de que si un objeto impacta la capsula, podría rebotar hacia los otros autos o, incluso, hacia el público.
A pesar de los que piensan los escépticos, la FIA ya ha empezado una investigación sobre cuál sería la mejor solución para poder proteger a los pilotos al mismo tiempo que se cumplan con las normas establecidas.
Uno de los casos de estudio lo presento en el equipo Mercedes en un video donde, a diferencia de los dibujos que hemos visto donde son cabinas cerradas tipo avión de combate, el modelo alemán presenta una barra que protege al piloto de objetos que puedan estar en el aire, además el sistema de bisagra permite que se remueva de manera fácil para poder tener acceso al piloto.
Otro sistema que se está estudiando según explicó el mismo Charlie Whiting consiste en una serie de paneles de diferentes alturas que se colocarían sobre el chasis y delante del piloto, acomodados de tal manera que fueran casi invisibles para el piloto.
Son muchas las personas que han expresado su apoyo a estas medidas de seguridad, pero también son muchos los pilotos y miembros del gran circo que se han manifestado en contra y no porque no les importe la seguridad, sino porque les preocupa que la F1 pierda su esencia. Además no están convencidos de que las propuestas hechas hasta ahora consideren todas las variables que pueden afectar a los pilotos durante la conducción.
La verdad es que todavía no existe una fecha exacta para la implementación de un sistema de estas características, pero si se ha comentado que durante el mes de octubre los equipos verán los resultados de algunas de las pruebas realizadas por la FIA por lo que no habría que descartar que veamos algunas modificaciones importantes en el diseño de los monoplazas en los próximos años.