Black Widow es la más reciente película del Marvel Cinematic Universe y tiene sobre los hombros ser el primer filme de la franquicia que llega a la pantalla grande en más de dos años, ya que su estreno original de mayo de 2020 tuvo que postergarse en distintas ocasiones por la pandemia de COVID-19.
Este retraso y el hype que han generado las series WandaVision, The Falcon and The Winter Soldier y Loki en Disney+ han hecho que el entusiasmo del fandom hacia esta película sea considerable, pues aunque sabemos cuál fue el destino del personaje en Avengers: Endgame, ya era hora de que la casa del ratón le diera su película en solitario al personaje de Scarlett Johansson.
Y es un entusiasmo que está siendo aprovechado por los cibercriminales para cometer estafas, como ya lo está reportando Kaspersky.
De acuerdo con la firma, el estreno simultáneo de la película en cines y en Disney+ está provocando que software malicioso circule aparentando ser el filme y que abunden sitios web de phishing diseñados para robar credenciales.
Son ataques que se presentaron en el marco de las múltiples fechas de estreno que ha tenido la película, situación que se demuestra con una gráfica en la que el primer pico de intentos de infección está registrado en mayo de 2020, cuando el filme originalmente habría estrenado.
Los otros picos están ubicados en abril y junio de 2021, los meses previos a aquellos a los que fue movido su estreno. La estadística se centra en el número de intentos de infectar a los usuarios con archivos disfrazados de la película.
Por otro lado, la firma detectó que hay varios sitios web que engañan a los usuarios haciéndoles creer que tienen los primeros minutos de la película, con el fin de hacerse de su información bancaria y personal. Después de que hacen los cargos a las tarjetas, el filme aparentemente comienza a reproducirse pero se detiene y ya no avanza.
Como es usual, las recomendaciones que hacen para evitar ser víctima de estas estafas incluyen comprobar la autenticidad de los sitios web, prestar atención a las extensiones de los archivos que se están descargando (un archivo de video nunca será un .exe o un .msi) y evitar los enlaces que prometen la visualización anticipada de contenidos.